Al portador
Perdón de deuda autonómica que pagaremos todos
Libera de cargas a los gobiernos autonómicos, pero la deuda queda en manos del Estado y correrá a cargo de todos los ciudadanos, también de los de esas comunidades
François Rabelais (1483-1553), el contradictorio y heterodoxo autor de Gargantúa y Pantagruel, también escribió que «las deudas y las mentiras generalmente se mezclan». No hay quizá, mejor explicación, para el culebrón del intento de perdón de parte o toda la deuda de las Comunidades Autónomas. Nada sorprendente si el nuevo jefe de gabinete de Sánchez, Diego Rubio, defiende «la ética del engaño» y sostiene que «la verdad no compite contra la mentira, sino contra otras verdades» (ver texto completo en Política Exterior, marzo/abril 2017). El Gobierno, en un intento de hacer digerible un pacto fiscal catalán y también para dividir al PP, parece abierto a la condonación de al menos parte de la deuda que tienen las Comunidades Autónomas con el Estado. En total son unos 190.000 millones, de los que la mitad corresponde a Cataluña y una cuarta parte a la Comunidad Valenciana y unos 30.000 millones a Andalucía. Esa, sin embargo, no es toda la deuda autonómica, cuyo montante absoluto es de 330.000 millones de euros. La oferta, que va a negociar la «vice» María Jesús Montero, mientras hace equilibrios para intentar sacar adelante los Presupuestos, contempla al condonación de toda o parte de la deuda con el Estado. Es para lo que Pedro Sánchez quiere que los presidentes autonómicos del PP pasen por la Moncloa, lo que rechaza Isabel Díaz Ayuso, pero otros, que son los más endeudados, como Juanma Moreno (Andalucía) o Carlos Mazón (Valencia) no descartan. Por supuesto, los presidentes socialistas aplauden hasta con las orejas. Y todos, sean del PP o del PSOE, reclaman más dinero para servicios y políticas sociales. Hay quienes, incluso, se quejan de que el gasto autonómico en sanidad, educación y políticas sociales ha descendido en los últimos años. Algo no cuadra ya que en 2018, cuando Sánchez llegó al poder, las CCAA gastaron 183.022 millones de euros y en 2023 –fecha de los últimos datos cerrados–, un total de 238.470 millones, es decir, 55.630 millones más, un aumento del 30,4% que alguien debería explicar a qué se ha destinado. El perdón de la deuda autonómica con el Estado, que desean todos los presidentes –para volver a endeudarse–, es tramposo y mentiroso. Libera de cargas a los gobiernos autonómicos, pero la deuda queda en manos del Estado y correrá a cargo de todos los ciudadanos, también de los de esas comunidades. En pocas palabras, todo se reduce a perdonar la deuda a los dirigentes autonómicos para que la paguemos todos, con más impuestos, claro. La deudas y las mentiras se mezclan, ¡qué razón tenía Rabelais!
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