Sin Perdón
Salazar, Ábalos, Cerdán, Koldo… destruyen el sanchismo
«La bandera del feminismo, así como la de la lucha contra la corrupción, ha quedado triturada»
La verdad es que Sánchez está sufriendo un auténtico calvario. No hay día en que no se produzca una noticia negativa que le perjudique políticamente. Es verdad que el aparato propagandístico de La Moncloa hace denodados esfuerzos por transmitir una imagen de tranquilidad e intenta contener los daños. A lo largo de los años he visto en infinidad de ocasiones situaciones no tan graves, pero parecidas. Alguien tiene una racha de éxitos, pero de golpe esa buena suerte, si se es supersticioso, cambia para a partir de ese momento todo ir de mal en peor. Por eso, en política es bueno retirarse a tiempo. Los estadounidenses tuvieron el acierto de establecer dos mandatos para la presidencia y lo hicieron tras una figura tan importante y carismática como Roosevelt. Es algo que no es necesario para el Poder Legislativo o en otro tipo de cargos. Hace tiempo que a Sánchez le salen muchas cosas mal. No soy supersticioso, porque creo que es el resultado de decisiones equivocadas, así como de tener muy malas compañías entre sus aliados, en el Gobierno y en el partido.
El caso Salazar es demoledor en todos los sentidos y hace mucho daño a la credibilidad de Sánchez en el terreno feminista. Esta bandera, así como la de la lucha contra la corrupción, ha quedado triturada. No quedan ni los jirones. Es muy duro, también, para las mujeres socialistas, ya que se une a la afición de Ábalos y su compinche por el amor de pago. El PSOE está lleno de gente honrada que defiende sus ideales e incluso muchos lo hacen sin gustarles el sanchismo. La situación actual es una consecuencia de las primarias, ya que conducen a modelos cesaristas en el ejercicio del poder. Por otra parte, su debilidad parlamentaria le ha conducido a estar en manos de los comunistas, los independentistas y los antiguos dirigentes de ETA. Por más que se empeñen los activistas del sanchismo en los medios de comunicación, se trata de una realidad indiscutible. Los sanchistas ilustrados que no están cegados por la ambición o la admiración al líder defendían que la corrupción no les afecta electoralmente; tengo mis dudas, pero lo que me parece una obviedad es que el tema feminista les abre un boquete que crece cada día.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)