Reforma constitucional
¿Qué reforma constitucional?
Lo intentaron por todos los medios a su alcance. Movieron Roma con Santiago. Buscaron aliados en el nuevo y el viejo continente. Libraron una gran batalla como hoy día se libran las batallas. Invadieron las redes con mensajes, algunos de ellos perniciosos. Llegaron a mentir intentando dar una imagen de España antidemocrática y distorsionada. No dudaron en emplear todos los medios que tuvieron a su alcance. Tuvieron una actitud belicista y rebelde en todo momento. Nos tuvieron en vilo. No dudaron en causar un profundo dolor y un tremendo daño a los sentimientos y la economía del resto de españoles que creemos en nuestro país y su unidad (incluyendo la mitad de la propia sociedad catalana). La búsqueda del conflicto fue deliberada y constante. Pudieron haber convocado elecciones sin proclamar la independencia y no lo hicieron.
¿Y ahora dicen que fue todo un acto simbólico y no merecen la aplicación del Código Penal? Mañana robo un banco y, si no me capturan, me quedo con el dinero, pero si me descubren, entonces digo que era una broma y no quería.
La batalla la perdieron porque, primero, España no es (o ha dejado de ser) todo aquello que estos señores y señoras iban diciendo. Segundo, porque pesa la historia (en efecto eso que a los independentistas gusta tanto) y el caso es que la historia moderna es inconcebible sin España, como actor protagonista en todos los acontecimientos históricos importantes. Y tercero porque en Europa esta causa independentista suena mal pero que muy mal, en países que se miran al espejo y observan que ellos mismos no han otorgado tantos derechos a sus propias regiones o nacionalidades como nosotros en las últimas décadas.
Por todos estos factores, yo me plantearía realmente si lo que procede ahora es andar con negociaciones para dar satisfacción a esa mitad o menos de la sociedad catalana que «luchó y perdió». Sería algo así como si los aliados hubieran negociado con los alemanes que lucharon y perdieron.
Si realmente tenemos el apoyo de Europa, es el momento de hacerlo ver a los secesionistas tomando decisiones con ese respaldo y coautoría, situando a Cataluña (y creo que esto es lo que se impone) en la lógica que debe darse a las regiones europeas con mayor identidad propia. Es decir por debajo de donde está actualmente en su desarrollo identitario.
De haber una reforma constitucional mi opinión es que, al margen del reparto competencial o administrativo (realmente no me parece el quid) o incluso más allá de las denominaciones de nación o similar o del reparto de la financiación, la clave está en dejar claro que NO se pueden usar medios políticos y económicos a fin de crear identidades propias e ideologías excluyentes (incluyendo lenguas...). Fomentar esto es fomentar desde el Estado español lo antiespañol y votantes independentistas. Y este es el problema ¿qué va a ocurrir si como consecuencia de esta política española de fomentar la soberanía del «otro» se llega a un 80 por ciento de secesionistas en un futuro?
Claro, estas posibles reformas las entiende cualquier europeo porque esta es la clave de las políticas dentro de cada Estado de la Unión: posible descentralización de competencias (cuando la hay), pero sin permitir desarrollar políticas identitarias propias o excluyentes. Este es el gran reto de cualquier reforma constitucional.
Pero para ello habría que contar con PSOE tibio y con la nueva UCD. La nueva UCD, por si no lo sabían ustedes, es Podemos, que ahora viene a ser el nuevo «centro» democrático entre nacionalistas y constitucionalistas o (como en los solomillos) el «punto medio» entre crudo y demasiado pasado.
Espero que no lleguemos a un país donde la mitad dice bobadas. Y la otra mitad se las termina creyendo porque creo que vamos por ese camino. Nos salva de momento Europa, donde las bobadas que aquí llevamos décadas unos diciendo y los otros creyendo, no se dan, ya que por encima de cualquier reforma constitucional competencial está el debate de verdad, es decir el fomento o no de la política de las bobadas ideológicas que es lo que debe declararse inconstitucional o si lo prefieren contrario a las conocidas teoría de Erasmo del elogia a la estulticia. Como haberse por ejemplo llegado a un escenario donde es hasta fascista defender una Constitución donde la única ideología que cabe es la del sentido común.
«Luchamos y perdimos». Hasta Skorzeny asumió la derrota. Asúmanla ustedes también y déjennos vivir en paz.
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