Restringido

Economía para septiembre: Quiero estar de ida

Economía para septiembre: Quiero estar de ida
Economía para septiembre: Quiero estar de idalarazon

Michelle Bachelet se presenta a las elecciones presidenciales chilenas. Un poco ingenua, ha dicho: «Espero que la candidatura de Matthei (el otro) permita una campaña donde se intercambien ideas, debate limpio y de altura».

Uno es mayor y ha sufrido discursos de Franco, Fraga, González, Guerra, Aznar, del inefable Rodríguez, de Rajoy, Rubalcaba...y no ha encontrado uno solo en el que se aporten ideas que puedan intercambiarse con otras en debate limpio y de altura. Uno ha oído cuñas publicitarias largas, farragosas, ininteligibles, aplaudidas por los del partido que cobran sus sueldos por sentarse allí y, claro, por aplaudir. ¡Qué menos! Uno puede parecer cínico por «estar de vuelta de todo», pero puedo asegurar que hago mucho esfuerzo por «estar de ida», porque la esperanza y la ilusión son fundamentales para una persona, para un país. Los que vivimos en Cataluña asistimos al triste espectáculo del pobre Artur, poniendo cara de que es el presidente, cuando todos sabemos que el que manda es Oriol Junqueras, de ERC, que ni lo disimula. El otro día habló Artur y Oriol no fue. Al final, desde la puerta, controló que Artur «intercambiaba ideas para un debate limpio y de altura» contra todo el que se le pusiera por delante.

Por culpa de la crisis y de lo malos que son los de Madrid, nadie nos presta dinero, nadie se fía de Cataluña. Vivo en Cataluña desde hace muchos años (más que Junqueras y Mas) y hay más Abadías catalanes que Junqueras y Mases. Me da pena lo que veo. Me da pena que, para cobrar las nóminas (la de Mas también), tiene que llegar la transferencia de la malvada meseta.

Una noticia tranquilizadora. Neus Munté, consellera del Govern, aclara: los 50.000 niños en peligro de malnutrición no tienen desnutrición, sólo malnutrición. Además, lo va a arreglar. Ahora no, porque estamos en agosto. Pero, en otoño, saldrá un decreto que «permitirá adecuar las tipologías de renta a las nuevas necesidades».

Mientras, una fundación garantiza la comida a los niños. No sé a cuántos ni si está subvencionada. Si lo está, bien por Oriol, presidente efectivo de Cataluña. Pero al que seguro que los niños tienen que dar las gracias es a Josep Gassó, presidente de la Fundació. Yo también. Me hace volver a «estar de ida» y a pensar que, si los políticos no molestaran, no juguetearan y nos dejaran vivir, igual seríamos capaces de salir adelante.