Economía para septiembre: Titulares y criterio

A los que tenemos un sesgo totalitario nos gustaría que todos los periódicos pusiesen el mismo titular delante de la misma noticia, porque así no tendríamos que discurrir ni pensar quién tiene razón o las causas ocultas por las que cada uno pone distintos titulares.

En «La Vanguardia» leí hace unos días que «Madrid alardea de atraer empresas catalanas». En «Expansión», que «más de 1.000 empresas se fugan de Cataluña para instalarse en Madrid». LA RAZÓN, más pudoroso, titula que «más de mil empresas se mudan de Cataluña a Madrid».

«La Vanguardia» de ayer me da un susto: ¡no es verdad! Felip Puig, conseller d´Empresa y Ocupació, que de esto seguro que sabe, «descarta una fuga de empresas catalanas a Madrid» y, para que nos tranquilicemos, afirma que es «una polémica de verano».

Es decir, pasamos de alardear a desmentir en cuatro días. Y el pobre señor que pasa por la calle, se queda preocupado, pensando que aquí hay alguien que exagera, otros que no exageran, algunos que desmienten y otros que nos quieren tranquilizar.

Lo cierto es que 1.060 empresas catalanas han cambiado su domicilio social a Madrid desde 2010; 353 por año; una diaria, más o menos.

Cuando a alguien le pasa algo, suele ser conveniente preguntarse por qué. Si en Cataluña, la temperatura promedio anual fuera de 26,5 grados centígrados bajo cero, y Madrid tuviera una temperatura primaveral durante todo el año, habríamos encontrado una posible respuesta para seguir investigando.

Porque si nos fijamos en las razones que dan unos y otros, volvemos a desconcertarnos.

LA RAZÓN abandona el pudor y dice que es «por el soberanismo y la asfixia fiscal»; «Expansión» cita lo que ha dicho el consejero de Hacienda de Madrid, que afirma que este éxito se debe a las bajadas de impuestos y a la libertad comercial.

«La Vanguardia» no dice nada, y Felip dice que es por la capitalidad de Madrid, de lo que deduzco que, cuando Cataluña sea independiente, todas las empresas catalanas se establecerán en Barcelona, a no ser que se les ocurra poner a Pont de Suert como capital de la nueva nación.

Oriol Junqueras, el que manda en Cataluña, y Artur, el que dice que manda, deben estar de vacaciones. Cuando vuelvan, antes de estudiar cómo van los actos de conmemoración de la derrota de 1714, deberían preguntarse: «¿Por qué se irán?». Y si Oriol pone cara de circunstancias, ya saben la razón. Los demás la sabemos hace tiempo.