Vaticano

Benedicto XVI ancla a Jesús en la historia

El Papa analiza en su última obra la virginidad de María y corrobora la existencia de los Reyes Magos

Benedicto XVI, reunido ayer con el editor de RCS Paolo Mieli (izda.) y el cardenal Gianfranco Ravasi
Benedicto XVI, reunido ayer con el editor de RCS Paolo Mieli (izda.) y el cardenal Gianfranco Ravasilarazon

Hoy sale a la venta en 50 países y nueve idiomas diferentes «La infancia de Jesús», el libro con el que el Papa cierra su trilogía sobre Cristo. Editada en español por Planeta, esta obra analiza los Evangelios de Mateo y Lucas, donde se narran los primeros años de Jesucristo, para subrayar su verdad histórica y mostrar que la fe cristiana está basada en hechos. Haciendo gala de su capacidad intelectual al combinar un lenguaje accesible con la precisión analítica del científico, Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, como él mismo firma para subrayar que no se trata de un texto magisterial, propone un libro llamado a convertirse en líder de ventas esta Navidad. Su primera edición global es ya de un millón de copias.

Meditación histórica

«Los dos capítulos del relato de la infancia en Mateo no son una meditación expresada en forma de historias, sino al contrario: Mateo nos relata la historia verdadera, que ha sido meditada e interpretada teológicamente, y de este modo nos ayuda a comprender más a fondo el misterio de Jesús». Con estas palabras el Papa cierra el cuarto y último párrafo del libro, dedicado a los Magos de Oriente y a la huida a Egipto. Los anteriores están dedicados al origen de Jesús, a la Anunciación y a su nacimiento en Belén.

En otras dos ocasiones, el Pontífice subraya que la historia de Jesús que nos ha llegado a través de los evangelistas es «verdadera». «Entonces, ¿es cierto lo que decimos en el Credo?», se pregunta el Papa, dando a continuación un «sí sin reservas» como respuesta. Citando al teólogo suizo Karl Barth, dice que en la narración de la vida de Jesús, Dios interviene en dos momentos: el parto virginal de María y la Resurrección. Consciente de lo difíciles de comprender que resultan estos dos hechos para quien no tiene fe, expone que son «un escándalo para el espíritu moderno». «A Dios se le permite actuar en las ideas y los pensamientos, en la esfera espiritual, pero no en la materia. Esto nos estorba», denuncia. «Pero se trata precisamente de esto, de que Dios es Dios y no se mueve sólo en el mundo de las ideas». Estos dos puntos son «piedras de toque de la fe»: «Si Dios no tiene poder también sobre la materia, entonces no es Dios».

El Papa analiza la virginidad de María deteniéndose en la respuesta que ésta da al ángel Gabriel cuando le anuncia el próximo nacimiento de Jesús. En este pasaje destaca la admiración con que Ratzinger habla de la Virgen por aceptar libremente los planes que Dios tenía para ella. «Dios llama a la puerta de María. Necesita la libertad humana. No puede redimir al hombre, creado libre, sin un ''sí'' libre a su voluntad. Al crear la libertad, Dios se ha hecho en cierto modo dependiente del hombre». Ese «sí» que la Virgen da al ángel Gabriel es, para el Papa, «la decisión más alta de la libertad humana».

Deteniéndose en la forma tradicional de representar la Navidad en el cristianismo, Ratzinger cuenta que Jesús no estaba acompañado en el pesebre por el buey y el asno. «En el Evangelio no se habla de animales», recuerda. Por el contrario, sí que defiende con dos fuentes la existencia de la estrella. Primero cita al astrónomo Johannes Kepler, quien calculó que en el año del nacimiento de Jesús, alrededor del 6 a. C., hubo una «conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte» que pudo ir acompañada de una supernova. Ésta provocó «una intensa luminosidad» en el cielo «durante semanas y meses». La segunda fuente son unas tablas cronológicas chinas que hablan de que en el año 4 a. C. hubo «durante mucho tiempo una estrella luminosa».

Los «tres hombres sabios»

También corrobora el Papa la existencia de los Reyes Magos, diciendo que eran tres «hombres sabios» que representan «el camino de las religiones hacia Cristo, así como la autosuperación de la ciencia con vistas a él».

El encargado de presentar ayer en el Vaticano «La infancia de Jesús» fue el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, quien destacó que la historia de Jesús es siempre actual. «Pienso en el grito de las madres en las matanzas de inocentes, que es un grito perenne, perpetuo, universal. Hoy mueren niños en Gaza y el grito de sus madres es su continuación», dijo Ravasi.

Jesús nació entre el año 6 y 7 antes de cristo

El último libro de Benedicto XVI, «La infancia de Jesús», sitúa en un momento y lugar concreto el nacimiento de Cristo. Se produjo en Belén, no en Nazaret como dicen algunos exégetas, entre el año 6 y 7 a. C. El hecho de que nuestra era comience después se debe a un error en los cálculos sobre el calendario del monje Dionisio el Exiguo.

Un fenómeno literario

La publicación de la tercera y última parte de la trilogía sobre Jesús de Nazaret, titulada «La infancia de Jesús» y escrita por Benedicto XVI, será con toda seguridad un fenómeno editorial, del mismo modo que lo fueron los dos primeros libros. La traducción del libro al español, a cargo de la editorial Planeta, se vende desde hoy en las librerías. La obra, de 138 páginas, estará disponible en los próximos meses en un total de 72 países y 20 lenguas.