Benedicto XVI
Benedicto XVI regresa al Vaticano
A partir de mañana, dos Papas convivirán en el Vaticano: Francisco y su antecesor, Benedicto XVI, quien volverá a la Santa Sede una vez terminados los trabajos de reestructuración del convento Mater Ecclesiae, situado dentro de los muros leoninos, donde pasará sus últimos años de vida dedicado a la oración y «escondido del mundo», según explicó él mismo poco después de anunciar su renuncia al solio pontificio.
El obispo emérito de Roma tomará un helicóptero mañana entre las 16:30 y las 17:00 horas desde Castelgandolfo, donde llegó el pasado 28 de febrero poco antes de que se hiciera efectiva su renuncia al pontificado. En poco más de quince minutos llegará al helipuerto del Vaticano. Benedicto XVI ha residido durante dos meses en el Palacio Apostólico de esta hermosa localidad situada a orillas del lago Albano, a las afueras de Roma, y donde los Papas suelen pasar sus vacaciones estivas.
Después de varios días en los que circulaban rumores al respecto, ayer el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, confirmó la noticia de este penúltimo viaje de Benedicto XVI subrayando además que su salud es buena y que sólo tiene los achaques propios de una persona de 86 años. «Es un hombre anciano y debilitado por la edad, pero no tiene ninguna enfermedad», aseguró el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
En el monasterio Mater Ecclesiae, situado en los Jardines Vaticanos, el Papa emérito vivirá con su secretario personal, el arzobispo Georg Gänswein, quien es además prefecto de la Casa Pontificia, por lo que también mantiene un trato estrecho con Francisco. Gänswein, entre otros cometidos, se encarga de organizar los encuentros oficiales del Papa latinoamericano.
En el monasterio, Ratzinger estará además acompañado de las «Memores Domini», las laicas consagradas del movimiento Comunión y Liberación que se encargan de atenderle, y de un diácono alemán que ayuda a Gänswein en su trabajo en la secretaría.
«Se siente aliviado»
También podrá gozar en el Mater Ecclesiae de los cientos de libros de su biblioteca personal, que ya han sido trasladados a sus nuevas dependencias. El monasterio cuenta incluso con una habitación para acoger al hermano de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, cuando le visite.
Precisamente, Georg reconoció la semana pasado al «Daily Telegraph» que Benedicto XVI, pese a que «todavía sufre los problemas de la Iglesia, está realmente aliviado de no tener ese peso sobre los hombros». Del mismo modo, su hermano negó que sufriera ninguna enfermedad, aunque «sí se está debilitando» con el paso de los años.
Según la prensa italiana, los trabajos de rehabilitación del edificio, cuyo techo tenía goteras desde hace años, han costado alrededor de 800.000 euros. Llevaba ocho meses cerrado por las obras. Antes, vivieron en él varias congregaciones de religiosas dedicadas a la oración por el Papa y por la Santa Sede.
Un hogar en los jardines de la Santa Sede
Fundado por Juan Pablo II con el fin de contar con un grupo monástico de religiosas, el convento Mater Ecclesiae, dentro de los jardines vaticanos, será el nuevo hogar de Benedicto XVI. Tras su remodelación, este edificio de cuatro pisos y doce celdas monásticas cuenta con un ala nueva de 450 metros cuadrados, una capilla, la biblioteca, un pequeño jardín y un muro que delimita la zona de clausura. Además, en su huerto, además de limoneros y naranjos, se cultivan pimientos, tomates, calabacines y brócoli.
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