Comunión y misión

–Ya tienen nuevo arzobispo. ¿Cómo fue la celebración?

–Fue muy vivida y con un gran ambiente. Además, Juan José Omella se mostró muy cercano con todos. Es un talante con el que me identifico.

–Usted ya le conocía. Han trabajado juntos, ¿no?

–Le conozco desde los años 90 y somos muy amigos. Cuando le hicieron vicario general de Zaragoza, yo ocupaba el mismo cargo en Menorca. Nos encontrábamos siempre en las reuniones y así hemos mantenido una buena relación desde entonces.

–Es una ventaja...

–Siempre hemos congeniado mucho. Y seguro que su etapa en Barcelona irá muy bien.

–Harán un buen tándem...

–Es un trabajo de comunión. En junio coincidimos ambos en Lourdes. Nos hicieron una fotografía, juntos, mientras dábamos la comunión. Cuando fue nombrado, publicaron la foto en el «Full Dominical», la revista de la archidiócesis, con el siguiente titular: «Dos obispos en comunión».

–Curioso...

–Es todo un signo.

–¿Cómo afronta esta nueva etapa en Barcelona?

–Es una responsabilidad y una gozada a la vez. Uno se va, otro viene y yo me quedo. Así podré ayudarles a los dos en la situación en la que se encuentren. Un obispo auxiliar es comunión plena con el residencial, pero también estás haciendo la misma misión.

*Obispo auxiliar de Barcelona