«Cristo necesita vuestra fe llena de alegría»

Medio millón de jóvenes abarrota la playa de Copacabana en la misa inaugural de la JMJ

La XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ha quedado oficialmente inaugurada. La playa de Copacabana acogió ayer la misa de apertura, en la que la ola de frío que irrumpió ayer en el país no supuso un problema para que alrededor de 500.000 peregrinos se dieran allí cita. Antes de la ceremonia, el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Stanislaw Rylko, se dirigió a los presentes.

«Queridos jóvenes, llegó el día tan esperado por todos ustedes: la inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud XXVIII. Bienvenidos a Río de Janeiro, bienvenidos a esta metrópoli brasileña de extraordinaria belleza, dominada por la estatua del Cristo Redentor del Corcovado Santuario». De esa manera comenzó el presidente el discurso previo a la primera de las misas que tendrán lugar a lo largo de esta semana. Stanislaw Rylko también dedicó unas palabras de agradecimiento a los obispos, sacerdotes y religiosos que se han trasladado hasta tierras brasileñas, así como a aquéllos que «han acompañado y guiado» a los jóvenes en «el camino de preparación espiritual para esta gran aventura». De los días venideros, dijo que serán «inolvidables, de descubrimientos importantes y elecciones decisivas para la vida». «Esta JMJ es muy particular: después de 26 años ha vuelto a América Latina, un continente lleno de esperanza», apuntó. A continuación, hizo mención a las palabras que el beato Juan Pablo II ofreció a los muchachos en su visita a la JMJ de Buenos Aires, en 1987. «Son la esperanza del Papa. Son la esperanza de la Iglesia. América Latina, sé tú misma». Al igual que lo hiciera ayer Francisco, el presidente afirmó que «el verdadero protagonista» de este evento es «Cristo». Por Él invitó a los jóvenes a «dejarse abrazar», a «confiarle todos los deseos, los proyectos, las alegrías más profundas y las decisiones más difíciles». «Quien elige a Cristo no pierde nada, sino que obtiene todas las ganancias y encuentra la verdadera felicidad y la plenitud de la vida», agregó. Por otra parte, recordó que «el tema que guía esta JMJ es el mandato misionero que Cristo ha confiado a su Iglesia», ya que «la misión es la razón de la Iglesia y de cada cristiano».

«Todos son invitados a ser la sal de la Tierra y la luz del mundo. Durante esta JMJ, Cristo nos llama a salir de nosotros mismos; nos pide abandonar nuestra vida cómoda; derribar los muros de nuestro egoísmo; tener el coraje suficiente para acercarse a las periferias geográficas y el mundo existencial; llevar a Cristo y su Evangelio. Para finalizar su discurso, Stanislaw Rylko hizo referencia a las palabras de San Pablo, en las que el santo asegura: «Ay de mí si no predicara el Evangelio» y «gritar al mundo es bueno seguir a Jesús, es bueno su mensaje y es bueno salir de nosotros mismos para llevarle hasta la periferia del mundo y de la existencia». Por último, mencionó una de las necesidades de Cristo: los jóvenes. «Cristo os necesita. Necesita vuestra fe llena de alegría y entusiasmo misionero. Cristo os quiere a cada uno de vosotros».

Para evitar problemas de tráfico, como los que ocurrieron el día de la llegada del Pontífice, las autoridades brasileñas decidieron cortar desde el mediodía a los vehículos las vías principales paralelas a la playa de Copacabana.