España

De seminario abandonado a pisos para los desahuciados

El obispo Joan Piris, en una reunión de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca
El obispo Joan Piris, en una reunión de la Plataforma de Afectados por la Hipotecalarazon

Cuando Francisco dijo hace un par de semanas que los conventos vacíos no había que dedicarlos a alojamientos de lujo sino para acoger a refugiados, al obispo de Lleida no le cogió fuera de juego. Más bien en plena obra para transformar parte del antiguo seminario de la diócesis en unos pisos para acoger a familias desahuciadas. El 7 de diciembre de 2012, Joan Piris se acercó a una de las reuniones que mantenía la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en una de las parroquias de su diócesis. «Simplemente acudí a escuchar y comprobé que sus reuniones tenían mucho de terapia. Entonces, les ofrecí aquello que estaba en nuestras manos: la parte del viejo seminario que está inutilizable», explica el obispo a LA RAZÓN, que confía ver la luz del proyecto en un año «si la economía acompaña, si podemos ofrecer la medidas de seguridad pertinentes y ajustarnos a la legalidad».

Lo cierto es que desde aquel ofrecimiento, se generó una cadena de solidaridad que continúa hasta hoy. Arquitectos, empresas de construcción... Los voluntarios y las donaciones en especie crecían. Incluso la Diputación de Lleida se ha sumado a la iniciativa con 150.000 euros de apoyo. Un arranque que permitió poner en marcha diversas comisiones y, sobre todo, la obra. Ya han tirado los tabiques y se disponen a ir dando forma a los 19 pisos de aproximadamente 65 metros cuadrados. Serán viviendas para personas que estarán acompañadas por voluntarios que les ayudarán a dar esquinazo a todos los estigmas que suelen venir de la mano con un desahucio: las deudas, el desempleo, la depresión... Más que construir pisos, el obispado busca reconstruir familias. Las viviendas se ocuparán de uno a tres años en régimen de cesión y no de alquiler. De esta manera, las familias que tengan algunos ingresos tendrán que pagar el agua, la luz, gastos generales... Para aquellos carentes de recursos, se establecerá un banco del tiempo a través del cual podrían prestar servicios a la comunidad para «pagar» así su vivienda. «Recuerdo aquella reunión de septiembre y cómo me sorprendió que la iniciativa viniera de la Iglesia. Creo que puede ser un aliciente para que le sigan otras instituciones en el resto de España», comenta Iván Zúcar, actual portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Lleida.

La semana pasada, el obispo viajó a Roma para participar en el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Social. Durante su estancia tuvo la oportunidad de celebrar sus bodas de oro como sacerdote en la capilla de Santa Marta junto al Papa. Allí no dudó en presentarle el proyecto. «Me lo pidieron las comisiones de voluntarios, redactaron un documento, prepararon algunas imágenes y se lo presenté al Santo Padre en la sacristía, antes de empezar la eucaristía». Entonces, Francisco le recordó una vez más aquellas palabras sobre los conventos y tras finalizar la misa le dijo que «por ahí hay que ir, cuanta más gente se implique, mejor». «Miró con detalle toda la documentación que le entregue», explica Piris que se muestra entusiasmado por el hecho de que estas viviendas para desahuciados cuente con la bendición del Papa. «La última vez que me reuní con las comisiones y los voluntarios les dije que nunca había recibido una alegría tan grande al poder mostrar que la Iglesia es otra cosa de lo que dicen algunos, que es un cuerpo vivo, dinámico».