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Dos Papas santos en 2013
Juan Pablo II y Juan XXIII serán elevados a los altares en la misma ceremonia, tras firmar Francisco su canonización
Los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII serán proclamados santos, anunció hoy el Vaticano. Aunque no se conoce aún la fecha, la más probable podría ser el próximo 8 de diciembre.
MADRID- Faltaba solo el «ok» de Francisco y ayer llegó. Juan Pablo II y Juan XIII serán proclamados santos a la vez. El Papa firmó los decretos de canonización de ambos pontífices tras departir con el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Tan sólo queda convocar un consistorio de cardenales que escoja la fecha del evento y que ésta sea comunicada a la cristiandad. Se especula con la posibilidad de que el día sea anunciado por Francisco a finales de este mes en alguno de los actos centrales de la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Brasil; un evento creado, precisamente, por Juan Pablo II, para la juventud católica del mundo. La ceremonia conjunta se celebraría en Roma y podría fecharse o bien el 24 de noviembre, día en que se cierra el Año de la Fe, o bien el próximo 8 de diciembre. Otras fuentes apuntan a que quizá se retrase a 2014 y que el día escogido sea el domingo de la Divina Misericordia, fiesta instituida oficialmente por Juan Pablo II y que se celebra el segundo domingo de Pascua.
Sin segundo milagro
Juan XXIII no requerirá un segundo milagro para ser elevado a los altares. El Papa ha dado el visto bueno a la propuesta de los obispos y cardenales de la Congregación para las Causas de los Santos por la que solicitaron que no fuera necesario un segundo milagro para canonizar a Angelo Guiseppe Roncalli. De esta forma, se ha estimado que la fama de santidad de «el Papa bueno» es suficiente como para que el culto a Juan XXIII sea universal sin precisar de milagro que lo avale. Juan XXIII fue ascendido a la categoría de beato en 1966, tan sólo un año después de que se hubiera abierto su causa de canonización. Su intercesión propició la curación de sor Caterina Capitani, una religiosa que sufría una complicación estomacal por la que peligraba su vida. La monja colocó una fotografía de «el Papa bueno» en su vientre y le rezó pidiendo su intercesión para curarse. La dolencia le habría producido la muerte pero sanó de forma que la medicina no ha podido explicar. Fue Juan Pablo II quien firmó el decreto de beatificación de Roncalli quien subió a los altares durante el jubileo del año 2000.
En el caso de Juan Pablo II, el Papa Francisco ha dado su visto bueno al milagro que acababa de aprobar la plenaria de la Congregación para las Causas de los Santos apenas tres días antes. Ese milagro es la curación científicamente inexplicable de la costarricense Floribeth Mora, caso que adelantó LA RAZÓN. Cumpliría, por tanto, el requisito indispensable de que el segundo milagro que posibilite la canonización ha de producirse después de la beatificación. Tan sólo ha pasado medio año desde que el sacerdote polaco Slawomir Oder, postulador de la causa de canonización de Juan Pablo II, presentara el presunto milagro a la Congregación para las Causas de los Santos. En ese tiempo, la curación inexplicable ha sido sometida al dictamen de la comisión médica que ha examinado todo el material clínico del caso; después, al de la comisión teológica, y finalmente al del grupo de obispos y cardenales que rubricaron que el milagro era obra de Juan Pablo II. La curación debía cumplir todos los requisitos de las diferentes comisiones para que se considerase completa, inmediata, duradera y atribuible a la intercesión del beato Juan Pablo II y no a la acción de otro venerable o beato. El primero de abril, víspera del séptimo aniversario de la muerte del Papa polaco, el postulador declaraba a LA RAZÓN que no habría que esperar años para ver a Juan Pablo II elevado a la gloria de los altares. Y así ha sido. El proceso, que se inició popularmente en la misma plaza de San Pedro apenas horas después de morir Wojtyla cuando los fieles exclamaban aquel «Santo súbito», se ha desarrollado con gran celeridad. Tanta, que ha conducido al Papa polaco a la santidad tan sólo ocho años después de su fallecimiento.
Más de 250 posibles casos
La causa se inició apenas un mes y medio después de su muerte y, hasta aprobarse el milagro que lo elevó a los altares, la Congregación para las Causas de los Santos había recibido más de 250 casos. De entre ellos, la Congregación examinó el de la monja francesa Marie Simon Pierre, religiosa de las Maternidades Católicas, quien padecía parkinson, la misma enfermedad degenerativa que sufría Juan Pablo II. Apenas dos meses después de la muerte del Pontífice, la hermana Marie solicitó dejar sus tareas pues no se encontraba con fuerzas. En ese momento, la superiora le recomendó que rezara a Juan Pablo II, pues se iba a abrir su causa de canonización y consideró que haría falta un milagro y debían ponerse a rezar. Tras una novena de oración no sucedió nada, hasta que un día, la religiosa notó de forma repentina que los síntomas habían desaparecido: recuperó la movilidad. Días después visitó a su médico, quien constató que, tras cuatro años de enfermedad y días sin recibir tratamiento, no podía argumentar científicamente la sanación de la religiosa.
EL PERFIL DE JUAN XXIII (L'Osservatore Romano)
Loris Capovilla (Secretario personal de Roncalli)
Simplicidad y prudencia
Es difícil para mí escribir algunas palabras para expresar el cúmulo de sentimientos que me despierta la maravillosa decisión del Papa Francisco de unir, en la misma canonización, a dos Papas cuya santidad he experimentado en persona. Hay un principio expresado por San Juan Crisóstomo, que a Angelo Roncalli siempre le inspiró: la simplicidad y la prudencia son la culminación de la filosofía. Durante toda su vida trató de seguir este camino. En cuanto a Juan Pablo II, recuerdo la primera reunión con él después de su elección. Me llevó a la capilla y oró por mucho tiempo. Una vez acabó, me preguntó si yo estaba feliz de estar de vuelta en un lugar donde había vivido momentos importantes. Le contesté que también había vivido en esos lugares momentos difíciles de sufrimiento junto a Juan XXIII. Él, poniéndome una mano en el hombro, me dijo: «Todos tenemos que sufrir. El Papa Juan, que fue un profeta, tuvo que sufrir por su fe en Cristo. Pero tarde o temprano te darás cuenta de ello: él era un santo». Hoy también estoy feliz por la coincidencia de la canonización del Papa Juan XXIII con el Año de la Fe, su gran amor. Cuando me preguntan por algún momento de aquel 11 de octubre de 1962, día la inauguración del Concilio Vaticano II, respondo sin vacilar: La profesión de fe del Papa Juan arrodillado delante de esa gran asamblea . Fue una gran lección para todos y hoy estamos llamados a profesar la misma fe que nos hace fuertes y valientes.
EL PERFIL DE JUAN PABLO II
Stanislaw Dziwisz (Secretario personal de Wojtyla)
Un gigante de la fe
Pasé casi cuarenta años junto a un santo, trabajando a su lado en Cracovia y el Vaticano. Me han preguntado varias veces en qué momento Juan Pablo II se había convertido en un santo. Creo que se fue convirtiendo en santo desde su juventud. Desde el principio había en él algo más. No es fácil descifrar este misterio, pero no hay duda de que el centro de la existencia de Karol Wojtyla fue Dios. Jesucristo fue su primer y gran amor. Y allí permaneció fiel hasta el final. Hasta el último aliento. La fidelidad en el amor manifestado en la oración y el servicio. Karol Wojtyla mantuvo un diálogo con su Creador y Redentor. Juan Pablo II se hacía querer por la gente. Estaban fascinados por su personalidad, por su humanidad. He sido testigo de sus días de oración y de su trabajo, su descanso y su sufrimiento, sus viajes y sus muchas reuniones con la gente. La santidad de Juan Pablo II era sencilla, humilde y servicial. Vivió para Dios y para llevar a otros a Dios. Estaba en boca de todo el mundo. Fue aplaudido y criticado, convirtiéndose en un signo de contradicción como un defensor de la vida y la dignidad humana. Contribuyó a la caída del régimen totalitario y a la apertura de muchas puertas a Cristo. Lo hizo con una fuerza de gigante. Era un gigante de la fe. Un espíritu poderoso. Estamos agradecidos a Benedicto XVI por haber iniciado el proceso de beatificación y canonización de Juan Pablo II.
Promulgar los siguientes decretos concernientes a:
Milagros
- Un milagro atribuido a la intercesión del Beato Juan Pablo II, polaco, (en el siglo Karol Józef Wojtyla) Sumo Pontífice (1920-2005)
- Un milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo di Dio Alvaro del Portillo y Diez de Sollano, español, obispo y prelado de la Prelatura Personal de la Santa Cruz y del Opus Dei, (1914-1994)
- Un milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios Esperanza de Jesús (en el siglo María Josefa Alhama Valera), española, Fundadora de las Congregaciones de las Siervas del Amor Misericordioso y de los Hijos del Amor Misericordioso (1893 -1983)
Martirio
-Siervo de Dios José Guardiet y Pujol, español, sacerdote diocesano; nacido en 1879 asesinado por odio a la fe en España il 3 agosto 1936;
-Siervos de Dios Mauricio Íñiguez de Heredia, español y 23 compañeros de la Orden Hospitalaria di San Juan de Dios ;asesinados por odio a la fe en España entre 1936 y 1937.
-Siervos de Dios Fortunato Velasco Tobar, español y 13 compañeros, de la Congregación de la Misión;asesinados por odio a la fe en España entre 1934 y 1936;
-Siervas de Dios Maria Asunción (en el siglo: Juliana González Trujillano) y 2 compañeras, españolas; religiosas profesas de la Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor; asesinadas por odio a la fe en España nel 1936.
Virtudes heróicas
-Siervo de Dios Nicola D'Onofrio, italiano, clérigo profeso de la Orden de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilianos ), (1943 -1964).
-Siervo de Dios Bernard Philippe, francés, (en el siglo Jean Fromental Cayroche), Hermano profeso del Instituto de las Escuelas Cristianas, Fundador de las Hermanas Guadalupanas de La Salle, (1895-1978).
-Sierva de Dios Maria Isabel da Santíssima Trinidade, portuguesa, (en el siglo: Maria Isabel Picão Caldeira viuda de Carneiro), Fundadora de la Congregación de las Hermanas Concepcionistas (1889 -1962).
-Sierva de Dios Maria del Carmen Rendiles Martínez, venezolana, Fundadora de las Siervas de Jesús de Venezuela; (1903 -1977)
-Siervo de Dios Giuseppe Lazzati, italiano, laico consagrado; (1909-1986).
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