Roma
El Papa, a las monjas: «No uséis internet para evadiros»
Profundiza, en un documento, sobre los problemas de las religiosas de clausura. Les pide que no «recluten extranjeras» para llenar conventos
Profundiza, en un documento, sobre los problemas de las religiosas de clausura. Les pide que no «recluten extranjeras» para llenar conventos
El Vaticano dio a conocer ayer una nueva Constitución que regula la vida de las monjas de clausura, las contemplativas, y en el que se les pide mayor formación, una vida de oración ejemplar y evitar reclutar a extranjeras sólo para la supervivencia de los conventos. «La Búsqueda del rostro de Dios», como se llama el nuevo documento, fue firmada por Francisco el 29 de junio y supone una renovación de la anterior, «Esposa de Cristo», publicada en 1950. Mediante 12 puntos, profundiza en los principales problemas con los que se encuentran a diario los monasterios debido sobre todo a la crisis vocacional y económica que ha provocado que muchos de ellos tuviesen que cerrar.
Formación
Francisco invita a lo primero porque «lleva a la configuración con el Señor Jesús» y se trata de algo que «pide la continua conversión a Dios». Asimismo, pide que «presten mucha atención al discernimiento vocacional y espiritual, sin dejarse llevar por la tentación del número y de la eficiencia», y recuerda que la formación requiere «un amplio espacio de tiempo», entre los nueve y los doce años.
Oración
El Papa asegura que es el «meollo de la vida consagrada», que no debe vivirse como «un repliegue» de la vida monástica en sí misma, sino como un «ensanchar el corazón para abrazar a toda la humanidad». Mediante la oración, las comunidades contemplativas llegarán a ser «verdaderas escuelas de oración» alimentadas por la «belleza escandalosa de la Cruz».
Palabra de Dios
Es «fuente primera de toda espiritualidad y principio de comunión para las comunidades», y por eso invita a escrutar y a leer a menudo la Biblia, y después a dar el paso «del texto bíblico a la vida», a «llenar la distancia entre espiritualidad y cotidianidad», llevando «de la escucha al conocimiento y del conocimiento al amor».
Eucaristía y Reconciliación
La Constitución recuerda la importancia de los sacramentos de la eucaristía y de la reconciliación, sugiriendo «prolongar la celebración con la adoración eucarística» y vivir la penitencia como una «ocasión privilegiada para contemplar el rostro misericordioso del Padre».
Vida fraterna
El Papa entiende este punto como «reflejo del modo de ser de Dios y de su entrega» y «primera forma de evangelización» y subraya la necesidad de «un proceso continuo de crecimiento de la vida comunitaria» que lleve a vivir una «auténtica comunión fraterna». En su opinión, «una comunidad existe porque nace y se edifica con el aporte de todos». Se trata de un testimonio muy necesario en una «sociedad marcada por divisiones y desigualdades», añade también. «Es posible y bello vivir juntos a pesar de las diferencias generacionales, de formación y, a veces, culturales».
Autonomía
El Papa habla de la autonomía en los monasterios y piensa que favorece la estabilidad, la unidad y la contemplación de una comunidad, pero advierte de que no debe «significar independencia o aislamiento». Previene «de la enfermedad de la autorreferencialidad».
Federaciones
Es la «estructura de comunión entre los monasterios que comparten el mismo carisma». Según el Papa, éstas «tendrán que favorecerse y multiplicarse».
Clausura
Francisco recuerda que es «signo de la unión exclusiva de la Iglesia-esposa con su Señor» y que se desarrolla de diversas formas como la «papal», que «excluye colaboración en los distintos ministerios pastorales» o la «común», que es, en cambio, «menos cerrada».
Trabajo
El texto recuerda el lema benedictino «ora et labora» (reza y trabaja) con el fin de invitar a las contemplativas a trabajar «con devoción y fidelidad, sin dejarse condicionar por la mentalidad de la eficiencia y del activismo de la cultura contemporánea», porque podría «apagar el espíritu de contemplación».
Silencio
Francisco destaca que es el espacio «de escucha y de rumiar de la Palabra», «vacío de sí para dejar espacio a la acogida», silencio para «escuchar a Dios y el clamor de la humanidad».
Medios de comunicación
La cultura digital «influye de manera decisiva en la formación del pensamiento y en la manera de relacionarse con el mundo», dice Francisco al proponer este tema. Son «instrumentos útiles para la formación y la comunicación», pero les pide un «prudente discernimiento» para que «no sean ocasión para la distracción y la evasión de la vida fraterna en comunidad, ni sean nocivos para vuestra vocación o se conviertan en obstáculo para vuestra vida contemplativa».
Áscesis
Este punto trata sobre la sobriedad y el desprendimiento de las cosas, así como la «entrega de sí en la obediencia» y la «transparencia en las relaciones» comunitarias.
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