Eutanasia, aborto, ateísmo, ciencia...

El Papa, en una conversación con su amigo el rabino Skorka, desgrana su pensamiento en un libro que saldrá el jueves que viene

Aborto: «Abortar es matar a quien no puede defenderse»

«El problema moral del aborto es de naturaleza prerreligiosa, porque en el momeno de la concepción está el código genético de la persona. Ahí ya hay un ser humano. Separo el tema del aborto de cualquier concepción religiosa. Es un problema científico. No dejar que se siga avanzando en el desarrollo de un ser que ya tiene todo el código genético de un ser humano no es ético. El derecho a la vida es el primero de los derechos humanos. Abortar es matar a quien no puede defenderse».

Ateísmo: «Todo hombre es imagen de dios, sea creyente o no»

«Cuando me encuentro con personas ateas, comparto la cuestiones humanas, pero no les planteo de entrada el problema de Dios, excepto en el caso de que me lo planteen a mí. Si eso ocurre, les cuento por qué yo creo (...). De todas formas conozco más gente agnóstica que atea, el primero es más dubitativo, el segundo está convencido. Tenemos que ser coherentes con el mensaje que recibimos de la Biblia: todo hombre es imagen de Dios, sea creyente o no».

Diálogo: «Hay barreras cotidianas que impiden el diálogo»

«Para dialogar hay que saber bajar las defensas, abrir las puertas de casa y ofrecer calidez humana. Son muchas las barreras que en lo cotidiano impiden el diálogo: la desinformación, el chisme, el prejuicio, la difamación, la calumnia. Todas estas realidades conforman cierto amarillismo cultural que ahoga toda apertura hacia los demás. Y así se traban el diálogo y el encuentro».

Ciencia: «Cuando el hombre se ensoberbece, crea un monstruo»

«La ciencia tiene su autonomía, que se debe respetar y alentar. No hay que meterse en la autonomía de los científicos. Excepto que se extralimiten de su campo y se metan en lo trascendente. La ciencia es fundamentalmente instrumental del mandato de Dios, que dice: crezcan, multiplíquense y dominen la tierra (...). Pero cuidado, cuando la autonomía de la ciencia no se pone límites a sí misma y va más adelante, puede írsele de las manos su propia creación. Es el mito de Frankenstein (...). Cuando el hombre se ensoberbece, crea un monstruo».

Concubinato: «No tiene la grandeza del matrimonio»

«Hace 50 años el concubinato no era una cosa socialmente tan común como ahora. Hasta era una palabra claramente peyorativa; después la cosa fue cambiando. Hoy convivir antes de casarse, aunque no es lo correcto desde el punto de vista religioso, no tiene el peso social peyorativo de hace 50 años. Es un hecho sociológico que ciertamente no tiene la plenitud y la grandeza del matrimonio».

Divorcio: «Se les pide que se integren a la vida parroquial»

«Hoy en la doctrina católica se les recuerda a sus fieles divorciados y vueltos a casar que no están excomulgados –si bien viven en una situación al margen de lo que exige la indisolubilidad matrimonial y el sacramento del matrimonio– y se les pide que se integren a la vida parroquial».

Dios: «Es el camino»

«Mi experiencia de Dios se da en el camino, en la búsqueda, en dejarme buscar. Puede ser por diversos caminos, el del dolor, el de la alegría, el de la luz, el de la oscuridad».

Esclavitud: «Hay otros tipos de esclavitud moderna»

«Ahora a nadie se le ocurriría meter un montón de gente en un barco y mandarla al otro lado del océano. Es verdad que hoy hay otros tipos de esclavitud, como el caso de las dominicanas que traen para someterlas a la prostitución, o los bolivianos indocumentados que vienen a trabajar y les obligan a hacerlo en condiciones infrahumanas».

Eutanasia: «El anciano no es cuidado como se debe»

«La fuerza de la Medicina, en los casos terminales, no radica tanto en hacer que alguien viva tres días más o dos meses más, sino en que el organismo sufra lo menos posible. Uno no está obligado a conservar la vida con métodos extraordinarios. Eso puede ir en contra de la dignidad de la persona. Distante es la eutanasia activa; eso es matar. Creo que ahora hay una eutanasia encubierta: las obra sociales pagan hasta un determinado tratamiento y después dicen "que Dios te ayude". El anciano no es cuidado como se debe, sino que es material de descarte».

Fundamentalismo: «No es lo que quiere Dios»

«El fundamentalismo no es lo que Dios quiere (...). Reducen a Dios a un ser a quien vos podés manejar con las prescripciones: "Si hago esto me va a ir bien, si hago esto no me faltará nada". Es una forma de comprar el bienestar, la fortuna, la felicidad. Pero deja de ser el Dios vivo, el que te acompaña en el camino».

Globalización: «Es una forma de esclavizar a los pueblos»

«Si concibes la globalización como una bola de billar, se anulan las virtudes ricas de cada cultura. La verdadera globalización que tenemos que defender es como la figura de un poliedro, donde todos se integran pero cada cual mantiene su peculiaridad, que, a su vez, va enriqueciendo a las otras (...). La globalización que uniforme es esencialmente imperialista e instrumentalmente liberal, pero no es humana. En última instancia es una forma de esclavizar a los pueblos».

Holocausto: «Es impresionante el odio que hay detrás»

«A los judíos les sacaban los dientes, les cortaban el pelo y llegaban al extremo de seleccionar a otros judíos para que se hicieran cargo de estas tareas. Los llevaban a la apostasía: era una manera de trasladarles la culpa, un detalle satánico: ya no tenían la culpa los nazis, sino los propios judíos. Es impresionante la sutileza y el odio que hay detrás de todo esto».

Matrimonio Gay: «Es un retroceso antropológico»

«Para definirlo, utilizaría la expresión "retroceso antropológico", porque sería debilitar una institución milenaria que se forjó de acuerdo a la naturaleza y la antropología».

Política y Poder: «Importa más la imagen que lo que se propone»

«El desprestigio del quehacer político es necesario revertirlo, porque la política es una forma más elevada de la caridad social. El amor social se expresa en el hacer político para el bien común (...). Hoy importa más la imagen que lo que se propone.

Riqueza: «El que se lleva el dinero a otro país está pecando»

«El cristianismo condena con la misma fuerza tanto al comunismo como al capitalismo salvaje. Existe una propiedad privada pero con la obligación de socializarla en parámetros justos. Un ejemplo claro de lo que sucede es lo que pasa con el dinero que se fuga al exterior. El dinero también es patria, y aquel que se lleva el dinero para guardarlo fuera está pecando. Porque no honra con ese dinero al país que le da la riqueza, al pueblo que trabaja para generarla».

Suicida: «No rechazo al suicida»

«Hubo un momento en que no se le hacían funerales al suicida, porque no seguía andando hacia la meta, le ponía fin al camino cuando quería. Pero respeto al suicida, es una persona que no pudo sobreponerse a las contradicciones. No lo rechazo. Lo dejo en manos de la misericordia de Dios».

Totalitarismo: «Hay una concepción de opio»

«En la concepción inmanente del sistema comunista, todo aquello que es trascendente y marca una esperanza más allá, paraliza el quehacer del acá (...). El sistema capitalista también tiene su perversión espiritual: domesticar la religión. La domestica para que no moleste tanto. La mundaniza. En los dos sistemas antagónicos puede haber una concepción de opio».

Voto de pobreza: «Sin los pobres construiremos una iglesia mediocre»

«Los pobres son el tesoro de la iglesia y hay que cuidarlos; y si no tenemos esa visión, construiremos una Iglesia mediocre, tibia, sin fuerza. Nuestro poder verdadero debe ser el servicio. No se puede adorar a Dios si nuestro espíritu no contiene al necesitado».