Catolicismo
Faustino, el santo feminista
El Papa ha proclamado hoy la santidad del fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, congregación dedicada a la educación.
El Papa ha proclamado hoy la santidad del fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, congregación dedicada a la educación.
El Papa Francisco ha proclamado hoy la santidad del escolapio gallego fundador del Instituto Calasancio Hijos de la Divina Pastora, una congregación dedicada a la educación de los niños y jóvenes y a la promoción femenina. «Podríamos decir que el padre Faustino es un santo feminista, entendido como aquel que luchó para que la mujer tuviera el papel que le corresponde en la sociedad. Es un santo al estilo Francisco: siempre en salida y en las periferias», asegura la madre Sacramento Calderón, superiora general de las calasancias. De hecho, resulta significativo que su fiesta se celebre el 8 de marzo, coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer Trabajadora.
Su espíritu pedagógico no sólo se ha visto en España, sino que ha aterrizado hasta en India. A las 12 del mediodía suena la campana en la escuela de Derang y una larga fila de niños y niñas corren con sus platos hacia la cocina donde las cocineras, Nirmal y Lalita, preparan el arroz con dal, que a veces va acompañado de un huevo duro y otras veces de carne. Los niños traen de su casa los platos, que al terminar de comer lavan ellos mismos y guardan en la clase hasta el día siguiente. Los niños que acuden a esta escuela son de clase social muy baja sin apenas lo necesario para vivir. Llegan caminando descalzos haciendo a pie varias horas de camino a hasta llegar a la escuela. A mediodía tienen una hora de descanso y aunque algunos aprovechan para comer la tarrina de arroz que traen de su casa, la mayoría mata el hambre durmiendo o bebiendo agua en el grifo.
Ante la dura realidad de la infancia en este país y siguiendo el espíritu de su fundador el padre Faustino Míguez, las Hijas de la Divina Pastora pusieron en marcha en 2001 un proyecto de comedor escolar en Derang, una pequeña aldea situada a unos 100 Km de Ranchi, la capital del Estado de Jharkan, en la India. La fundación que se ha establecido en este país asiático es la más joven de esta congregación. Allí, las hermanas siguen los pasos de su fundador, el Padre Faustino Míguez , el de la evangelización a través de la educación.
Este sacerdote escolapio llamado al magisterio también dejó su tierra y su familia para colaborar allí donde fue enviado: Cuba, Sanlúcar de Barrameda, Monforte de Lemos, Celanova, El Escorial, Getafe. Allí ejerció como profesor de profesores, rector, director de internos o confesor. Como amigo del pueblo, se interesó por sus inquietudes, sus problemas, necesidades, alegrías y tristezas. Buscó su porvenir, su desarrollo y progreso, tratando de realizar la misión educativa desde la entrega, la calidad y el buen hace, conociendo todos sus recursos e intentando explotarlos y ponerlos al servicio de sus habitantes.
Fue en San Lucas de Barrameda, en 1885, donde se sensibilizó con la cruda realidad que vivían las niñas, privadas de una formación escolar. Así, movido su pasión por la educación, alimentada en las Escuelas Pías, puso en marcha una pequeña escuela dedicada a las niñas a las que la sociedad de aquel tiempo les negaba la posibilidad de una educación formal e integral y funda el Instituto calasancio Hijas de la Divina Pastora.
Hoy, la riqueza espiritual y pedagógica del Padre Faustino está más presente que nunca en el mundo gracias a todos aquellos que componen su proyecto, presente en 31 colegios establecidos en 11 países, el último la India. Todos los que componen la gran familia calasancia ya están en Roma para celebrar hoy que su fundador entrará a formar parte del libro de los santos. Beatificado en 1998 por el Papa Juan Pablo II, Francisco autorizó en diciembre de 2016 el decreto que reconoce la intercesión de este sacerdote escolapio español en la curación de una madre chilena, el milagro que le ha hecho santo. Hoy se celebrará la ceremonia de canonización a las 10:15 horas en la Plaza de San Pedro y, después, los peregrinos participarán en un multitudinario almuerzo de fraternidad. Los actos concluirán mañana con una eucaristía presidida por el cardenal Carlos Osoro en la basílica de Santa María la Mayor.
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