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Fernando Sebastián Aguilar, una vida dedicada la Iglesia y la Universidad

Fernando Sebastián Aguilar, en una imagen de archivo de 2004
Fernando Sebastián Aguilar, en una imagen de archivo de 2004larazon

El papa Francisco ha anunciado hoy que en el Consistorio previsto para el próximo 22 de febrero serán nombrados 19 nuevos cardenales, entre ellos, Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela.

Sebastián, que fue nombrado obispo en 1979 por el Papa Juan Pablo II, fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española en los periodos 1993-1999 y 2002-2005 y secretario general en 1982-1988, según una nota de la institución.

Nacido en Calatayud (Zaragoza) el 14 de diciembre de 1929, ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) en Vic (Barcelona) en 1945 y profesó en ella en 1946.

Una vez terminados los estudios filosóficos y teológicos en los Seminarios de la Congregación, en Solsona (Lérida) y Valls (Tarragona), fue ordenado sacerdote en Valls el 28 de junio de 1953.

Con posterioridad, se especializó en Teología en Roma y amplió estudios en la Universidad de Lovaina (Bélgica) sobre Filosofía con temporánea, Teología fundamental, Teología y Pastoral de los sacramentos.

Fue miembro de la Sociedad Mariológica Española (1959), director de la Revista Ephemerides Mariologicae (1966) y fundador de la revista Iglesia Viva (1966), que dirigió hasta 1971.

En 1967 comenzó su labor docente en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde fue decano de la Facultad de Teología en 1970 y rector de la institución académica entre 1971 y 1979.

El papa Juan Pablo II lo nombró obispo de León en 1979 y administrador apostólico de Málaga en 1991.

Un año después, en 1992, fue designado gran canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca y, al año siguiente, en 1993 fue nombrado arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.

Participó en seis asambleas del Sínodo de los Obispos y formó parte de la Comisión preparatoria para la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada a Europa.

La Universidad Pontificia de Salamanca le entregó en 1991 la medalla de oro en reconocimiento a sus servicios como catedrático, decano, rector y gran canciller.

Desempeñó el cargo de administrador apostólico de Calahorra y La Calzada-Logroño entre 2003 y 2004, año en que fue nombrado presidente del Patronato de la Fundación Pablo VI.

Con motivo del 25 aniversario de su ordenación como obispo con una eucaristía en la Catedral de Pamplona, en 2003, realizó unas declaraciones al "Diario de Navarra"en las que se mostraba en contra de considerar matrimonio a las parejas homosexuales y de que la asignatura de religión sea optativa.

En julio de 2007, el Santo Padre aceptó su renuncia como arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela que había presentado cuando cumplió los 75 años, dando el relevo a Francisco Pérez González el 30 de septiembre de 2007.

En 2004, hizo pública una carta titulada "Los nuevos inocentes", en la que criticaba la investigación con células madre embrionarias y pedía que política y ciencia se sometan a una "norma moral objetiva y socialmente compartida y respetada".

Al año siguiente, en 2005, en otra carta pastoral sostuvo que el matrimonio sólo puede entenderse hombre y mujer y abogó por el fin de las polémicas entre católicos y laicistas al considerar que "la democracia no estará asentada entre nosotros mientras no aprendamos a convivir".

Liberado del gobierno pastoral, el papa Benedicto XVI le confió la dirección de Lumen Dei como superior general durante aproximadamente un año.

Entre los libros que ha publicado figuran "Renovación conciliar de la vida religiosa"(1967), "Secularización y vida religiosa"(1965), "Vida evangélica"(1966), "Por una desmitificación del cristianismo socialista"(1982) y "La Verdad del Evangelio"(2003).