Sociedad

«Intentaron matarme. La policía no se explica cómo puedo seguir vivo»

El padre Doñoro, en una imagen de archivo
El padre Doñoro, en una imagen de archivolarazon

El padre Doñoro, que es una bendición para los niños y las familias de Puerto Maldonado, también es una amenaza para las mafias que explotan sexualmente sin piedad a los más pequeños. Su trabajo visibiliza hasta qué punto puede llegar la depravación humana o el ansia de dinero, además de combatirla. Acaba con este vil negocio y, además, ha conseguido movilizar a la administración peruana, que está poniendo todo su empeño en acabar con esta lacra. Hace poco, tuvieron que cerrar las dos casas que tenían, juntar a niños y niñas e irse a otro lugar de la ciudad. Corrían peligro, les había advertido la Policía. Él, el primero.

Las amenazas se habían hecho realidad meses antes y el misionero español las había vivido en carne propia. Le encañonaron en la sien con una pistola, le pidieron que le entregara a los niños, le dieron una paliza y le robaron todo lo que tenía. “No me remataron, porque creían que ya estaba muerto. Cuando fui a declarar a la Policía, no se explicaban cómo podía seguir con vida”, cuenta.