Alcalá de Henares
«La batalla del aborto será tan larga como abolir la esclavitud»
Reig Plá pide derogar tres leyes socialistas que amenazan la vida
«Será una batalla larga y dura que no se llevará adelante sin sufrimiento». Con esta contundencia se expresó ayer monseñor Juan Antonio Reig Plá al referirse a la lucha contra la llamada cultura de la muerte, aquella que atenta contra la vida y, en especial, contra la del no nacido: «Será una batalla tan larga como la que pretendía abolir la esclavitud», aclaró el prelado, y «llena de sufrimiento, como el parto de un hijo». El obispo de Alcalá de Henares y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida hizo estas declaraciones en la presentación del Encuentro Internacional por la vida que tendrá lugar este fin de semana en Madrid en el marco de las iniciativas para celebrar la Jornada por la Vida. Monseñor Reig Plá, en palabras del beato Juan Pablo II, recordó que nuestra sociedad está viviendo «un eclipse del carácter sagrado de la vida» agravado por leyes como la vigente ley del aborto que «por primera vez en España afirma el derecho a destruir la vida naciente en el seno de la madre».
«Si el mismo Estado de Derecho promueve y dignifica como justicia el derecho a destruir la vida inocente, sea en la fase inicial y o sea en la fase terminal, permite leyes que socavan el Estado de Derecho. Toda ley que permite la muerte y la eleva a rango de justicia socava los pilares del Estado de Derecho», afirmó el prelado. En este sentido, Reig Plá enumeró las normas que «amenazan la vida humana en España» y suponen «minar el Estado de Derecho»: la Ley de Reproducción Asistida y de Investigación con Embriones; la ley de Investigación Biomédica; y la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Con respecto a estas leyes, el prelado calificó como «buenas noticias» la sentencia en firme del Tribunal de Estrasburgo que prohíbe las patentes que destruyan embriones humanos y la directiva del Consejo de Europa que se pronuncia en contra de la eutanasia.
Por el contrario, Reig Plá lamentó que en esta «lucha entre la vida y la muerte», la defensa de la vida no esté abanderada por otras instituciones: «El drama cultural de España es que ni desde partidos políticos ni desde sindicatos, a veces en complicidad con los medios de comunicación, quieren favorecer la cultura por la vida». Tras este reclamo, se mostró seguro de que «la victoria llegará» ya que «al final la verdad se impone porque hoy los partidarios del aborto no tienen argumentos». El presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida señaló además que «el gran movimiento por la vida en España tiene que surgir de las mujeres», ya que ellas tienen que «privilegiar su condición de mujer, su vocación de ser esposa y madre» y que lo que hay que hacer es ayudarlas a desarrollarlo «sin entrar en juicios ni condenas».
Monseñor Reig Plá volvió a la polémica sobre sus palabras en torno a los homosexuales de la homilía del Viernes Santo de 2012, tras una pregunta al respecto. En primer lugar, agradeció la pregunta y después aclaró que él no emplea nunca la palabra «homosexual» y que «después de un año, empecinarse en que yo dije lo que no dije y negar la realidad de los hechos conocidos personalmente por mí es una batalla política para desautorizar la voz del obispo». Plá aseveró que todos los hechos de los que habló en la homilía eran hechos conocidos por él y que «eran casos que existen en Madrid». Además, denunció que los niños de los que habló en la homilía son «llevados por ideologías que les hacen dudar de su identidad sexual y que a veces pueden llevar a que uno pruebe, y probando pueden llegar incluso a prostituirse».
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