La cruz de la JMJ ya esta en Río

MADRID- Quedan ya sólo 9 días para que dé comienzo la Jornada Mundial de la Juventud 2013, que tendrá lugar en Río de Janeiro (Brasil). El Papa Francisco tomará ahora el relevo del ya Papa emérito, Benedicto XVI, quien en su momento quiso seguir estando cerca de los jóvenes, como hizo su antecesor Karol Wojtyla. Desde España, 3.000 personas se desplazarán para poder vivir en primera persona las jornadas y para estar cerca del Papa. En Brasil, todo está listo para el comienzo de la fiesta de los jóvenes católicos. De hecho, la Cruz Peregrina y el Icono de la Virgen, símbolos de la JMJ, llegaron a Río el pasado 6 de julio. La archidiócesis carioca será la anfitriona en este evento que reunirá durante seis días a dos millones de fieles.

La procesión que trajo la Cruz a la ciudad brasileña entró por el barrio de Santa Cruz, donde el arzobispo de Río, Orani João Tempesta, bendijo los símbolos y comentó que «han dado la vuelta al mundo y, desde septiembre de 2011, están recorriendo Brasil, visitando, no solo las diócesis, sino también las escuelas, las cárceles, las plazas y las comunidades indígenas. De esta manera, el mensaje de Cristo está llegando a todos los hombres y mujeres de Brasil». Asimismo, también señaló que la Cruz de los Jóvenes «demuestra la belleza de la fe cristiana, y al mismo tiempo la alegría de la juventud que, durante estos años, vio en esos símbolos un poco de su vida, sus sueños, su búsqueda y su alegría».

La procesión, que siguieron más de 1.500 personas, tuvo su punto y final en la catedral de Río. Entre cantos religiosos, el símbolo entró en el templo cargado por jóvenes y una marea de fieles la rodeaban intentando tocarla. Pero la explosión de júbilo católico no acabó aquí, ya que se celebró la «Fiesta de Acogida», en la que las protagonistas fueron las centenares de familias que recibirán en sus domicilios a los peregrinos llegados de todo el mundo. Hasta el comienzo de la jornada, la Cruz del Jubileo seguirá su peregrinaje por iglesias y lugares religiosos de la ciudad.

Al día siguiente de la llegada del símbolo, se produjo un momento especial para los asistentes, ya que la Cruz del Año Santo, entregada por Karol Wojtyla a los jóvenes, se reencontró, de forma simbólica, con Juan Pablo II en una Misa presidida por el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Además, durante la misma, se presentó a la archidiócesis brasileña la reliquia utilizada en la beatificación del Papa polaco, que permanecerá en Río durante la JMJ.