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Las familias, «siempre unidas»

Abuelos, padres e hijos peregrinan hasta San Pedro en el Año de la Fe. El Santo Padre presenta las palabras «permiso, gracias y excusa» como base para fortalecer la convivencia en los matrimonios

El Papa, con las familias en la Plaza de San Pedro
El Papa, con las familias en la Plaza de San Pedrolarazon

Con un globo naranja en la mano y agarrando a varios niños que portaban globos de diferentes colores se presentó ayer el Papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano en la Fiesta de la Familia.

Con un globo naranja en la mano y agarrando a varios niños que portaban globos de diferentes colores se presentó ayer el Papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano en la Fiesta de la Familia. 150.000 personas de 70 países diferentes llegaron a Roma en el marco de esta peregrinación con motivo del Año de la Fe. «¡Familia, vive la alegría de la fe!» es el lema de la concentración. Los peregrinos que representan a los cinco continentes en la Santa Sede profesaron su fe ante el sepulcro de San Pedro. Y es que, como dijo Francisco: «Somos un pueblo, una sola alma, convocados por el Señor que nos ama y nos sostiene». Asimismo, el Obispo de Roma destacó que hay tres palabras fundamentales para la convivencia en familia: «permiso, gracias y excusa». Por eso, nunca podemos acabar el día «sin hacer las paces».

El Sumo Pontífice recordó a las familias que «forman parte del Pueblo de Dios», y que «caminan con alegría junto al pueblo». Por ello, les pidió que «permanezcan siempre unidas a Jesús y llévenlo a todos con su testimonio». A ritmo de «We are the world» –popularizada por el rey del pop, Michael Jackson–, interpretada por un coro infantil, todos los globos volaron hacia el cielo pintándolo de colores, al mismo tiempo que los pies del Pontífice se llenaban de niños. Un gesto que no sorprendió a nadie, ya que Francisco se ha caracterizado siempre por el amor incondicional a los más pequeños. Era el día de las familias, de todos los que allí se dieron cita. Así, ancianos, familias con o sin dificultades, jóvenes sin empleo y emigrantes llegados desde África tuvieron la oportunidad de ser escuchados por la multitud y por un Papa atento en todo momento a sus testimonios.

La ayuda de Jesús

Como no podía ser de otro modo, el Santo Padre aludió al matrimonio. «Es un largo viaje que deben hacer juntos, que dura toda la vida y necesita la ayuda de Jesús», indicó. También quiso resaltar la figura de los abuelos en el seno de la familia, ya que «un pueblo que no escucha a sus ancianos es un pueblo que muere». Al final de la noche, el Pontífice se montó en el papa móvil para poder abrazar a los miles de peregrinos que lo aclamaban.

El Consejo Pontificio de las Familias, que organizó el acto, celebró durante todo el día multitud de concursos, entre ellos el denominado «Presenta tu familia al Papa Francisco», para el que se recibieron más de 4.000 dibujos elaborados por niños de todo el mundo. La visita culminará hoy con la celebración de la misa presidida por el Santo Padre y la tradicional oración del Ángelus, que incluirá una colecta para familias sirias, ante la difícil situación que está viviendo el país.