Francisco, nuevo Papa

Los cardenales con más posibilidades

Imagen del italiano Angelo Scola
Imagen del italiano Angelo Scolalarazon

Uno de estos 20 cardenales podría convertirse en Papa, según todas las previsiones.

Marc Ouellet (Canadá, 68 años)

Con la cruz de ser el favorito y fama de implacable con los obispos

Llega con la etiqueta de favorito colgada de la casulla. Una cruz pesada. No porque lo haya buscado. Simplemente cuenta con el mejor currículum de todos los papables. Ese «vigor» que pedía Benedicto XVI el día de su renuncia para aquel que tomara

el relevo a la barca de Pedro lo tiene. De largo. Le avala su trabajo durante ocho años como arzobispo de Quebec, ciudad que se mueve en ese mundo secularizado que precisa de la nueva evangelización. La cogió con «espantá» de fieles y la dejó encaminada al rescate de los jóvenes. También conoce perfectamente la realidad de América Latina, donde vive el 40 por ciento de los católicos del planeta. Nueve años en Colombia como formador de futuros sacerdotes no sólo le permitieron aprender un castellano perfecto –súmenle francés, inglés, italiano y alemán–, sino que vino a conocer de primera mano las inquietudes de los jóvenes. ¿Qué le faltaba en su haber? Conocer el funcionamiento de la Curia, esa que quieren reformar de arriba abajo los cardenales para hacerla más funcional y participativa. El ahora Papa emérito le escogió como prefecto de la Congregación para los Obispos en 2010. De su mano ha hecho dimitir a una media dedos obispos al mes. Ya sea por comportamientos poco sanos e irregularidades en las finanzas de sus episcopados. Una «purificación» que le ha permitido tomar el pulso a los problemas de la Iglesia y a saber tomar medidas precisas. A todo esto se unen sus cualidades personales. Cercano y afable. Pero, sobre todo, sencillo. Cuentan que durante un viaje oficial a Perú se escapó a la selva sin coche ni chófer para ver a unas misioneras canadienses. Al llegar allí se hizo de noche y al darse cuenta de que no había sitio para él en la pequeña choza de las monjas y para evitar que le cedieran su cama, discretamente pidió ir a rezar a la chabola cercana que servía como capilla.

El sueño le venció y amaneció en el suelo de la capilla. Humildad. La misma que demostró hace unos días cuando se le preguntó por las quinielas que le colocan en la «pole»: «No puedo evitar pensarlo, me hace rezar y me da miedo, pero los hay mejores».

Para quien quiera leer entre líneas, Ouellet elaboró su tesis doctoral en teología sobre la tesis doctoral de Hans Urs von Balthasar, precisamente el autor favorito del Papa alemán que se ha llevado bajo el brazo a su retiro inicial de Castel Gandolfo.

Punto fuerte: manejo de idiomas, experiencia pastoral

Punto débil: su hermano menor fue condenado por agredir sexualmente a una menor.

Angelo Scola (Italia, 71 años)

El hijo de un camionero que se convirtió en el teólogo más sólido

No hay italiano que no le haya imaginado en la sede de Pedro en los últimos días. Quizá porque ha toreado en las dos plazas claves del país que ha servido de trampolín para unos cuantos Papas: el Duomo de Milán como arzobispo y la catedral de San Marcos en Venecia como patriarca. Inquieto a la hora de buscar iniciativas para evangelizar y mover la maquinaria eclesial con soltura. Algo que contrasta con su afi ción por la lectura de Jack Kerouac y Cormac McCarthy. De padre camionero y madre ama de casa, hay quien le considera el «delfín» de Benedicto XVI. Lo cierto es que ambos comparten inquietudes intelectuales desde tiempo ha, cuando participó con él en la revista «Communio », que cofundó Ratzinger en 1972. ¿Resultado? Aquellas refl exiones que hacían hincapié en el carácter novedoso del Concilio Vaticano II (1962-1965), pero también en la continuidad de la tradición, forjaron a un teólogo sin fi suras. También destaca en su conocimiento del mundo islámico, pues también está detrás de la creación del centro de investigación Oasis que busca precisamente tender puentes entre Oriente y Occidente.

Profesor universitario, se dice que llegó a dar clases de fi losofía a Berlusconi. Hace unos meses volvió a las aulas de la Universidad de Milán, y entró en un diálogo fl uido con los jóvenes que se reunieron con él. Tomaba notas, se desenvolvía con naturalidad, llamaba a cada estudiante por su nombre y no le dolían prendas reconocer algunos errores en los que suelen caer los cristianos como la frialdad y la falta de alegría a la hora de anunciar el Evangelio. Una espontaneidad que contrasta con la densidad de sus discursos.

Fue precisamente en la universidad, en sus años de estudiante, cuando conoció a Luigi Giussani, fundador del movimiento eclesial «Comunión y Liberación», y le cambió la vida. «Cuando tenía entre 14 y 18 años, era el hijo de un obrero, un socialista convencido y eso tuvo mucha infl uencia en mí. Progresivamente me fui alejando del cristianismo y me acercaba a presupuestos más sociopolíticos, más orientados hacia el partido comunista. El encuentro con don Giussani, me hizo redescubrir la belleza de las enseñanzas de Cristo», afirma.

Punto fuerte: sólidaformación teológica y gran carisma.

Punto débil: sus discursos pueden resultar algo densos de comprender.

Cristoph Schönborn (Austria, 68 años)

Un aristócrata que lo dejó todo por dialogar sobre Cristo

Quienes le conocen afirman que es sencillo y afable. Tiene 68 años, y está considerado uno de los teólogos más brillantes de la Iglesia actual y fue secretario de la comisión encargada de la redacción del Catecismo de la Iglesia católica –trabajó codo con codo con el entonces cardenal Ratzinger– entre 1987 y 1992. Nació en Bohemia (República Checa), posee el título de conde –su padre y su madre fueron conde y baronesa– y tiene raíces judías. No tardó en encontrar su vocación, por lo que a los 18 años ingresó en los dominicos y durante un tiempo se formó en Teología, Filosofía, Psicología y en cristianismo eslavo y bizantino en universidades de Francia, Suiza y Alemania, donde fue alumno de Joseph Ratzinger en Ratisbona. De hecho, forma parte de los llamados «Schülerkreis Ratzinger», los antiguos alumnos de Ratzinger que cada verano se reunían junto a él durante algunos días para tratar algún tema actual. En 2011 fue la Nueva Evangelización y el pasado verano, el ecumenismo, tema que el cardenal conoce bien gracias a sus estudios sobre las iglesias orientales. Desde joven comenzó a despuntar y fue nombrado miembro de diversas comisiones de la Conferencia Episcopal suiza, de la Comisión Internacional de Teólogos y de la Fundación Pro-Oriente. Poco después llegaría la redacción del Catecismo, su nombramiento como obispo auxiliar de Viena y cuatro años más tarde como obispo titular de la archidiócesis austriaca. Conoció muy de cerca a Juan Pablo II, en cuya presencia predicó los ejercicios espirituales de la Cuaresma de 1996. En febrero de 1998 el beato le creó cardenal y pocos meses más tarde fue elegido presidente del Episcopado austriaco. Ha mantenido siempre una elevada apuesta por los movimientos y las realidades eclesiales. Una de ellas, de la que es responsable desde 1996, es la Comunidad del Cordero. Cree que una nueva evangelización pasa también por otorgar un papel más defi nido a los laicos. En ocasiones, la forma de expresarse le ha valido algún que otro disgusto. Su talante dialogante y conciliador le lleva también a escuchar a aquellos que tienen ideas contrarias a la doctrina y magisterio de la Iglesia, pero después les exhorta a corregir sus errores y buscar la plena comunión con Roma. Para los jóvenes ha elaborado el «YouCat» y en su último libro dice que el «cristianismo se ha convertido en extraño. El mundo occidental no sobrevivirá sin esa extrañeza que da el cristianismo».

Punto fuerte: responsable del «Youcat», el catecismo para jóvenes.

Punto débil: habla con tal libertad que a veces le ha costado algún disgusto.

Odilo Pedro Scherer (Brasil, 63 años)

El candidato brasileño que más gusta a los purpurados europeos

Si hay un cardenal con una grey numerosa ése es el de São Paulo, Pedro Odilo Scherer. Con seis millones de fi eles en su diócesis, el cardenal se sitúa como uno de los candidatos más claros de América Latina para dirigir a la Iglesia del siglo XXI. En 2007 fue en anfi trión de Benedicto XVI durante su viaje a Brasil con motivo de la V Conferencia del Celam. Era la primera vez que el Pontífice visitaba Latinoamérica y escogía Brasil para hacerlo. Está considerado como un pastor conciliador y también como buen comunicador, no en vano, es otro de los purpurados twitteros. Cuenta con casi 27.000 seguidores pero, a diferencia de Dolan, que sólo sigue la cuenta del Papa, @Pontifex, Scherer sí sigue a cerca de 90 personas entre obispos, feligreses varios e, incluso, periodistas. El cardenal de São Paulo gusta de enviar pequeñas refl exiones a través del «microbloggin». No deja entrever mucho de su personalidad sino que, mas bien, la usa como instrumento pastoral.

Creado cardenal en 2007, conoce la Curia de primera mano y desempeña distintas labores en ella. Es miembro de la Congregación para el Clero y de los Consejos Pontifi cios para la Familia y la Nueva Evangelización. También pertenece a la Pontifi cia Comisión para América Latina y a la Comisión para la Supervisión del Instituto para las Obras de Religión (el Banco Vaticano). Entre los puntos a favor de Scherer se hallan sus buenas relaciones con los cardenales de distintas tendencias. Además, gusta por ser el más europeo de los latinos, algo que tranquiliza a quienes sienten vértigo ante la posibilidad de un Papa de fuera del Viejo Continente. Aunque otra posibilidad de europeización del papado, que resuena en los mentideros vaticanos, es la de un pontífice latino, que bien podría ser Scherer, acompañado por un secretario de Estado italiano. En el «haber» de Scherer además, se encuentra su buena gestión de la diócesis más poblada del país con más católicos del mundo que le acreditan como pastor capaz de atender a millones de fi eles. En el «debe», la falta de impulso ante las corrientes evangélicas que arrebatan por miles a los fi eles de la fe católica. La Nueva Evangelización es la asignatura pendiente.

Punto fuerte: buena capacidad como comunicador, incluido Twitter.

Punto débil: no todos los cardenales latinos le ven con buenos ojos.

Sean Patrick O'Malley (Estados Unidos, 68 años)

El hábito que sí hace al fraile

Hace pocos días, este capuchino de 69 años y amante de «lo español » se sinceraba con los medios y explicaba que viste con sayo y sandalias desde hace más de 40 años y espera «seguir llevando el hábito hasta que me muera, porque yo no espero ser elegido Papa, y por lo tanto, no espero tener que cambiar mi vestuario». Estas palabras ya dejan entrever la personalidad de este cardenal estadounidense que a golpe de humildad y carisma ha renovado la diócesis de la que es obispo. En 2003 fue nombrado por Juan Pablo II arzobispo de Boston con la esperanza de que curase las heridas de la Iglesia local, destruida por los casos de abusos sexuales. Durante estos diez años, ha conseguido cambiar de arriba abajo la diócesis renovando el clero y dotándola de un vigor del que nunca había gozado.

O'Malley ha tomado conciencia de que la Iglesia necesita de forma urgente una nueva evangelización, para lo que se ha valido de las nuevas tecnologías y medios de comunicación. Hace años abrió un blog personal, www.cardinalseansblog.org, y tiene cuenta en Twitter (@CardinalSean). De vocación temprana, a los 12 años ingresó en el seminario menor franciscano y con 21 entró a formar parte de los Hermanos Menores Capuchinos asumiendo el nombre de Sean (Juan en gaélico) en referencia a San Juan. Uno de sus mayores deseos fue siempre dedicarse a los inmigrantes de Latinoamérica llegados a Estados Unidos; entre otras lenguas aprendió español y se sumergió de lleno en la cultura de Iberoamérica. Cabe destacar que en Boston, para pagar las indemnizaciones a las víctimas de abusos sexuales –a las que siempre ha escuchado y ayudado– tuvo que vender la sede del episcopado y retirarse a vivir en una celda monástica.

Punto fuerte: su lucha contra los abusos sexuales

Punto débil: no se siente cómodo entre la Curia; le ven muy radical

Luis Antonio Tagle (Filipinas, 55 años)

La baza asiática que se mueve en autobús por Manila

Conocido por la mayoría de los jóvenes con el apodo del «Chito», Luis Antonio Tagle (Manila, 1957) es el cardenal más joven que se sentará en el cónclave que se celebrará próximamente en Roma. Un hombre con un evidente carisma, relacionado con el mundo digital y las redes sociales. Disfruta hasta de un perfi l en Facebook, donde cuenta con 123.539 seguidores y utiliza con frecuencia Twitter, donde tiene 1.599 «followers». Es un rostro frecuente en la televisión fi lipina, donde suele aparecer en un programa semanal que le ha granjeado una enorme popularidad. De hecho es un sacerdote que se desenvuelve bien en los actos multitudinarios, que tiene una innata capacidad para las dotes oratorias y que conecta con la gente, ganándosela con sus explicaciones sencillas y acercándoles a los arduos conceptos doctrinarios de una manera clara, al alcance de cualquiera. Hombre que prefiere tomar el autobús público antes que viajar en coche privado, es hijo de un padre filipino y una madre de origen chino. Representa la baza asiática en un cónclave en el que existen cardenales papables provenientes de América y de África que se postulan con enorme fuerza en un momento fundamental, donde Europa parece alejarse de Roma, y las vocaciones se concentran en otros continentes. A su favor, de todas maneras, está su enorme capacidad para ganarse al público (hay algunos, incluso, que lo comparan por su manera de enganchar con los fi eles con Juan Pablo II). Otro punto a su favor son sus capacidades como pastor de la Iglesia católica, su labor evangelizadora, que se valora mucho, y más en estas circunstancias sociales en las que se pretende volver a ganarse el corazón de Europa.

Punto fuerte: su carisma y su capacidad para ganarse a los creyentes

Punto débil: es demasiado joven para ser Santo Padre

Philippe Barbarin (Francia, 62 años)

Sin sotana y en bicicleta

Él nunca ha llegado por su propio pie a la Santa Sede, y no es porque tenga algún problema en sus piernas; al contrario, las ejercita muy mucho pedaleando con su bicicleta. Verle junto a su especial medio de transporte no es un hecho anecdótico, puesto que en Lyon, ciudad francesa de la que es arzobispo, se mueve en su bici día a día. Además, va muy bien preparado, a que se quita su sotana y se pone unos pantalones, mucho más cómodo. Su juventud, pese a sus 62 años, le hace estar siempre muy cerca de los jóvenes, éste es, sin duda, su punto fuerte. Hasta en las redes sociales lo podemos encontrar. Barbarin se entrega en la catequesis, y en este momento de escasez de fe es muy importante que la Iglesia se sirva de personas como él para integrar a la juventud. Observarle ofreciendo sus increíbles catequesis multitudinarias por todo el mundo es su mejor carta de presentación. Ya destacó en las Jornadas Mundiales de la Juventud en París en 1997, pero confirmó su potencial evangelizador en la JMJ de Madrid, donde ofreció una catequesis para 2.000 jóvenes peregrinos. Aunque su objetivo no es alcanzar notoriedad, pues es una persona de extrema humildad, se ha convertido en uno de los principales valedores de la Iglesia francesa. «El jefe de la Iglesia es Jesucristo y los demás son sus servidores»: palabras como éstas reflejan la coherencia para con la Iglesia. El primado de las galias ya participó en el cónclave en el que se eligió a Benedicto XVI

como Santo Padre en 2005, así que ya tiene experiencia en este sentido. El rector de la Universidad Católica de Lyon es una persona muy impulsiva y esto le ha jugado una mala pasada en alguna ocasión. Éste es, quizá, su punto más débil. Aun así, se trata de un cardenal abierto y ecuménico.

Punto fuerte: Es el principal valedor de la Iglesia francesa

Punto débil: Tiene un carácter impulsivo que le resta puntos

Timothy Michael Dolan (Estados Unidos, 63 años)

El amante del béisbol fiel a los dogmas

El cardenal Timothy Michael Dolan, arzobispo de Nueva York, es uno de los nombres que más han sonado como papable. Su capacidad para comunicar, su buen humor y su actuación en los casos de abusos a menores en Milwakee le han llevado a ser considerado una de las 100 personas más infl uyentes de EE UU en 2012 según la revista «Time». Natural de San Luis y con raíces irlandesas, es el mayor de cinco hermanos y desde pequeño tenía clara su inclinación al sacerdocio. En junio de 1976 fue ordenado sacerdote. En el año 2002, Juan Pablo II le designó arzobispo de Milwakee y siete años después llegó al arzobispado de Nueva York por decisión de Benedicto XVI. Después de enviarle como visitador apostólico a los seminarios de Irlanda, el actual Papa emérito lo proclamó obispo el 18 de febrero de 2012. Es un hombre de hoy en día, muy al corriente de las nuevas tecnologías. De hecho, mantiene sus cuentas en Facebook y Twitter y tiene un blog, desde el que se ha enfrentado a las políticas sobre natalidad de Obama, o más recientemente, se saltó la prohibición de hablar durante las congregaciones generales, llegando, de forma indirecta, a criticar la medida. Dolan figura en muchas de las quinielas como posible sucesor de Benedicto, pero en su país algunas voces han puesto en evidencia su preparación. Además, nunca ha trabajado en una oficina vaticana o en unacongregación, lo que no le ha permitido el contacto con los demás cardenales. En cambio, en Europa la imagen que se tiene de él es distinta. Timothy es un experto en el dogma. Dolan es un cardenal mediático, con un gran sentido del humor y su lenguaje informal le ha servido para lograr cercanía con la gente. Así, es habitual verle con una gorra del equipo de béisbol o bebiendo Budweiser, una cerveza popular. Además, su carácter afable le ha llevado a reconocer que habla italiano «como un niño».

Punto fuerte: su conocimiento del dogma y afabilidad

Punto débil: no habla muy bien el italiano

Pèter Erdö (Hungría, 60 años)

La sensibilidad del este de Europa

El hombre que vino del este, que surgió del frío y del telón de acero que dividió durante décadas a Europa en dos partes: la oriental y la occidental. Pudo presenciar la labor que desarrolló en ese sentido Juan Pablo II, las consecuencias que trajo la caída del muro de Berlín, los efectos que tuvo en los países del este el derrumbamiento del comunismo y el paulatino alejamiento de Europa de las doctrinas eclesiásticas para abrazar el laicismo y un relativismo que, como han advertido los dos últimos pontífi ces, son algunos de los principales peligros que combate ahora mismo la Iglesia de Cristo. Nació en 1952 en Budapest en una familia envuelta en un clima intelectual y cultural que favoreció su formación. Fue ordenado sacerdote en 1975 y se doctoró en Teología y Derecho Canónico. En la actualidad es presidente del Concilio de Conferencias Episcopales De Europa y, por supuesto, de la Conferencia Episcopal Húngara. Durante su infancia pudo familiarizarse con la opresión que ejercen los regímenes totalitarios (ha denunciado más de una vez ese vaivén que han padecido las naciones europeas que le han llevado a los polos opuestos que representaron el nazismo y el comunismo). En la actualidad es primado de Esztergom- Budapest y ha mostrado su predisposición para colaborar con el Gobierno de su nación para crear leyes que garanticen la libertad de religión.

Punto fuerte: experto en Teología y Derecho Canónico

Punto débil: es del Este de Europa, como Juan Pablo II

Peter Turkson (Ghana, 64 años)

El «Obama» con el que sueña África

En un mundo con Barak Obama como presidente de Estados Unidos y Kofi Annan como ex secretario general de las Naciones Unidas, ¿podría caber la posibilidad de un Papa negro? Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano, representa esa opción para un continente, hundido en la pobreza, que arrastra males endémicos y que ha pasado de 55 millones de católicos a 144. Cuando el diario británico «The telegraph» le planteó la pregunta de un pontífice de color, él respondió: «Estoy preparado para ser el primer Papa negro». A esta misma cuestión respondía en 2009: «Si por la divina providencia –porque la Iglesia pertenece a Dios–, deseara ver un hombre de color como Papa, habría que agradecérselo sólo a Dios». Lo que demuestra que nunca desechó la oportunidad de convertirse en el líder de la Iglesia de Roma y que es una persona de principios claros. La duda ahora no es si él está preparado, sino si el mundo está preparado para un Papa negro.

Turkson, es un hombre decidido, que estudió Teología en Nueva York y fue nombrado por Juan Pablo II arzobispo en Cape Coast en 1992, en su tierra natal. Sus compañeros de escuela, los que le rodearon durante su infancia y que hoy, nunca mejor dicho, rezan para que se cumpla el sueño de verle sentado en San Pedro, tenían muy claro que algún día conseguiría alcanzar sus metas. Nació en una casa pobre en el seno de una familia numerosa –diez hermanos–. Encontró la fe en una misión próxima a su aldea, según ha revelado él mismo, la manera de oficiar la misa que tenía un sacerdote le abocó al seminario. Ahora, este hombre, próximo al pueblo, que ha conocido la aridez de unas tierras sin oportunidades, podría entrar en los Palacios Pontificios.

Punto fuerte: es progresista, de fuertes convicciones

Punto débil: es uno de los candidatos más jóvenes para el puesto

Donald Wuerl (Estados Unidos, 73 años)

Maestro de pedagogía con seguidores en internet

Un hombre comprometido con la educación, con extender de una manera abierta, comprensible y moderna la enseñanza de la religión a todas las personas. Donald Wuerl, de 72 años, cardenal arzobispo de Washington, es el guía espiritual para casi 600.000 católicos en EE UU, y un hombre que ha sabido mirar de cara a los nuevos tiempos, incorporando las redes sociales a su trabajo diario y su misión evangelizadora. Tiene una cuenta en Twitter, con 1.083 seguidores, y un blog en el que escribe semanalmente. En uno de los post más recientes reivindica a la mujer y el papel que ha desempeñado en la historia de la salvación. Ha demostrado su preocupación por la enseñanza a través de artículos y de algunos libros, como «Seek First the Kingdom» y «Faith That Transforms Us: Refl ections on the Creed». Quiere ofrecer oportunidades para los niños y una docencia de calidad para el futuro. Pero esta labor pedagógica no le ha abstraído de responder a otra de las responsabilidades que debe acometer, como es la oposición a la paulatina secularización que se extiende a lo largo del mundo occidental. Como reconoció en una entrevista a Ep, una de las misiones que se le encomendarán al Pontífice que salga elegido será frenar «la infl uencia de un agresivo secularización».

Punto fuerte: su presencia en las redes sociales

Punto débil: poca experiencia en la curia romana