Roma
Papa Francisco: «La Evangelización no depende de los recursos»
El Papa pide a los religiosos que no conviertan en oficio su vocación
MADRID- Lo ha tratado con mucho humor, con bromas y con su habitual cercanía y espontaneidad pero, al mismo tiempo, a Francisco no le ha temblado la mano a la hora de reprender algunas actitudes y malas costumbres de la vida consagrada. Durante todo el fin de semana ha dedicado palabras llenas de enjundia a los seminaristas, novicios y religiosas de todo el mundo con los que se ha reunido en Roma. La jornada, enmarcada en el Año de la Fe, concluyó ayer con la celebración eucarística en la Basílica de San Pedro en la que recordó, a religiosos y consagrados, que «la Evangelización se hace de rodillas» siendo hombres y mujeres de oración porque ser sacerdotes o religiosas «no es un oficio», añadió. Así, a los miles de jóvenes consagrados presentes en la celebración, los advirtió de la tentación de «trabajar como sacerdotes y religiosas» en lugar de «ser» sacerdotes y religiosas y los previno de que «el riesgo del activismo, de confiar demasiado en las estructuras está siempre al acecho».
Francisco dio una de cal y otra de arena; echó algunas regañinas pero también quiso ofrecer palabras de cariño y consejo a estos jóvenes en el camino vocacional. Se refirió a todos ellos como «la juventud de la Iglesia» y les agradeció haber acudido a Roma. Al mismo tiempo, rememorando el Evangelio de la jornada, el de los obreros y la mies, aseguró que es Dios quien elige a los obreros, no «las campañas publicitarias o llamadas al servicio de la generosidad». También habló de un fenómeno común en la vida de la Iglesia que es el de que «los consagrados pensamos que la Iglesia es nuestra». «Pero no es nuestra, es de Dios», apostilló.
En la alocución previa al rezo del Angelus, Francisco volvió a hablar a estos jóvenes venidos de todo el mundo. Pidió a los presentes abundancia de oraciones para ellos y, de nuevo, les dirigió un mensaje: Cristo no fue un misionero «aislado», sino que se rodeó de colaboradores no para «socializar o pasar el tiempo juntos», dijo Francisco, sino para «anunciar el Reino de Dios». El Papa dijo que este anuncio es «urgente y no hay tiempo que perder en charlas». Además, animó a los futuros religiosos a salir «a las periferias de la vida» con «alegría y coraje» y a «no tener miedo de ser alegres con la alegría que nos da el Señor cuando lo dejamos entrar en nuestra vida».
«¡También yo me estoy preparando!», exclamó el Pontífice en alusión a la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil que se celebrará a finales de este mismo mes.
Una encíclica útil
Tras el rezo del Angelus, el Papa habló de «Lumen Fidei», la Encíclica escrita a cuatro manos con Benedicto XVI. Francisco dijo que puede «ser también útil a quien está en búsqueda de Dios y del sentido de la vida. «La ofrezco a todos», subrayó.
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