Conferencia Episcopal
Rouco reclama medidas a los «graves» problemas de España
En su discurso de inauguración de la Asamblea de los obispos, Rouco Varela dijo que «no es fácil de entender» que no haya aún anteproyecto de nueva ley del aborto. Pidió «vigilar para que el delicado equilibrio de la paz social no sufra graves alteraciones». Monseñor Antonio María Rouco Varela recordó al Gobierno que las promesas aún no se han cumplido. Ayer, durante el inicio de la CI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, su presidente, afirmó en su discurso inaugural y, en referencia a la ley del aborto, que «no es fácil de entender que todavía no se cuente si quiera con un anteproyecto de ley que permita una protección eficaz del derecho a la vida en aquellos seres humanos inocentes».
Apoyado en la afirmación de que «¡España envejece y se debilita!»,–según sus propias palabras–, el cardenal pidió la «reforma en profundidad de la ley vigente» de manera urgente y recordó que es necesario frenar «este problema social de primer orden» también con medidas que fomenten la natalidad y la protección de la maternidad. En la lista de tareas pendientes del Ejecutivo, Rouco Varela incluyó la reforma legislativa sobre el matrimonio y «una legislación más justa en lo que se refiere a libertad de enseñanza» centrada en el derecho de los padres a elegir la formación ética y religiosa de sus hijos.
En cuanto al primer punto, el presidente de los obispos incidió en la necesidad de «recuperar una definición legal de matrimonio que no ignore la especificidad de una de las instituciones más decisivas para la vida social»; eso sí, advirtió de que este reclamo no va orientado a «privar a nadie de sus derechos» ni tampoco pretende «una invasión legal del ámbito de las opciones íntimas personales» sino restituir «el derecho de ser expresamente reconocidos por la ley como esposo o esposa».
Con respecto a la reforma de la educación, aseguró que «la imposición de materias impregnadas de relativismo e ideología de género» es una de las principales causas del deterioro de la enseñanza.
El purpurado no quiso pasar por alto la atmósfera de crispación. Apuntó que «es necesario vigilar para que el delicado equilibrio de la paz social no sufra graves alteraciones». En lo que pareció una alusión a los escraches y otro tipo de reivindicaciones, Rouco Varela aseguró que «nadie debería aprovechar las dificultades por las que atraviesan las personas y los grupos sociales para perseguir ningún fin particular, por legítimo que fuere» y que, de realizarse, no se puede tolerar que sea «por medios contrarios a los derechos fundamentales y a la legalidad vigente».
En cuanto a la renuncia de Benedicto XVI y la sucesion de Francisco, el Cardenal Arzobispo de Madrid afirmó que la renuncia de Benedicto XVI está lejos de haber introducido «alguna ruptura en la vida de la Iglesia» sino que ha de considerarse como «un gesto de excepcional virtud personal». En cuanto al Papa Francisco, Rouco indicó que es un hombre «afable y atento, con una autenticidad que transparenta un espíritu libre» que «ha invitado a toda la Iglesia a lo esencial».
Por último, el presidente de la Conferencia Episcopal apuntó como "un hito importante del Año de la fe"la próxima beatificación de unos 500 mártires españoles que se celebrará en Tarragona el 13 de octubre.
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