Un detenido en el caso del banco Vaticano investigado en Las Palmas por estafa

Uno de los tres detenidos en Italia por las presuntas irregularidades en la gestión del llamado banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), Giovanni Carenzio, está siendo investigado por delitos de estafa en Las Palmas de Gran Canaria, donde residió durante años.

Uno de los tres detenidos en Italia por las presuntas irregularidades en la gestión del llamado banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), Giovanni Carenzio, está siendo investigado por delitos de estafa en Las Palmas de Gran Canaria, donde residió durante años.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias han confirmado a Efe que el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital grancanaria tramita una querella por estafa contra ese intermediario financiero, con una decena de inversores afectados.

Afincado en Gran Canaria durante años, a Giovanni Carenzio se le acusa en la isla de haberse quedado con el dinero de numerosos inversores a los que prometió sustanciosos intereses en una serie de operaciones que, en realidad, responderían a una estafa piramidal.

Para ello, se habría aprovechado de relaciones que consiguió tejer en la sociedad grancanaria durante los años en los que residió en la isla y que comenzó a desmoronarse cuando se presentaron las primeras denuncias contra él, a finales de 2011.

El periódico La Provincia ha cifrado en 20 millones de euros la cantidad que se le reclama en Gran Canaria por los inversores que confiaron en él y ahora se sienten engañados.

El TSJC precisa que Carenzio prestó declaración hace tiempo ante el juez Tomás Martín por estas acusaciones, quedó en libertad pendiente de cómo evolucionara la instrucción y comunicó un domicilio en Italia.

Ahora, ha sido arrestado en Italia junto con un alto prelado y un agente de los servicios secretos italianos, acusados de fraude y corrupción, en el marco de una investigación del llamado "caso IOR".

Los medios italianos informaron hoy de que el alto prelado detenido es Nunzio Scarano, responsable del servicio de contabilidad del APSA, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, el ente que gestiona el inmenso capital inmobiliario del Vaticano.

Scarano ya había sido suspendido por el Vaticano de todos sus cargos después de que se conociera que la Fiscalía de Salerno le investigaba por blanqueo de dinero por un caso relacionado con cheques justificados como donaciones de origen poco claro, por un total de 580.000 euros.

El otro detenido es Giovanni Maria Zito, exagente de los servicios secretos internos italianos (AISI), que ya había sido destituido hace algunos meses de su cargo.

Según los medios italianos, las pesquisas que han llevado a las detenciones se concentraban en la entrada ilegal en Italia de 20 millones de euros desde Suiza.