Carcedo, la damnificada por el acuerdo Sánchez-Iglesias

El acuerdo de gobierno alcanzado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias puede tener, si fragua, una damnificada inesperada: la ministra de Sanidad. A pesar de que prácticamente acababa de llegar al cargo, María Luisa Carcedo ya estuvo a punto de perderlo el pasado verano en favor de una ministra de Podemos si esta formación hubiera logrado arrancar el sí quiero del presidente del Gobierno en las reuniones que mantuvieron ambas partes. La negativa de Sánchez a aceptar entonces todas las peticiones de Iglesias permitió que la asturiana se mantuviera al frente del Ministerio de Sanidad, un lugar en el que, por cierto, no lo está haciendo nada mal. Pese a su sesgo ideológico en algunas áreas, Carcedo está dando muestras de la moderación que corresponde a todo ministro y no ha provocado ni incendios gratuitos ni soliviantado a colectivos o entes profesionales, centrando así la imagen sanitaria del PSOE. Dicho temor, que se había esfumado en estos meses, vuelve a cobrar ahora fuerza ante la posible formación de un gobierno ultraizquierdista con Podemos a los mandos de la Sanidad. En la diana de la formación de Pablo Iglesias se encuentra el sector privado, que viene siendo satanizado por él con el mantra falso de la privatización, la industria farmacéutica y algunos profesionales que compatibilizan el ejercicio en la pública con la privada. Iglesias ha prometido también un 7,5% del PIB para 2023 para Sanidad. Difícil de creer.