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La alternativa del Ministerio a las subastas

Sanidad teme los desabastecimientos de fármacos e insiste en que la industria pague 180 millones

Imagen de archivo de una sanitaria auscultando a un paciente
Imagen de archivo de una sanitaria auscultando a un pacienteDreamstimeLa Razón

El Ministerio de Sanidad no pisa el freno en esta incierta etapa política. María Luisa Carcedo y sus huestes se movieron, y mucho, durante la contienda electoral y lo están haciendo también ahora en plenas negociaciones para formar Gobierno mientras circulan rumores sobre el posible aterrizaje de Podemos al frente de ésta y otras áreas sociales. La herramienta que está usando el Ministerio para agitar la bicha y demostrar que no le inutiliza el hecho de permanecer en funciones es la política farmacéutica. El plan de genéricos y biosimilares ha enervado por igual a industria innovadora y de genéricos, además de a los farmacéuticos, mientras flota en el aire la pregunta del millón: ¿se atreverá a extender las fatídicas subastas de fármacos que puso en marcha el PSOE cuando gobernaba en Andalucía? La respuesta es que aunque Sanidad pretenda remover el mercado no parece probable que se atreva a extender ese polémico sistema de ahorro por temor a que se produzcan desabastecimientos de productos para patologías sensibles. La apropiación de parte de los descuentos que las compañías de genéricos realizan a los boticarios parece ser la alternativa de ahorro, en espera de que se permita a Farmaindustria ingresar en una cuenta bancaria el importe correspondiente al pacto de 2018. El Ministerio quiere que la patronal aporte 180 millones pero ésta dice que le corresponden sólo 160 pues el resto los adeudan empresas no asociadas.