Salud
Teresa Gavela y Ana Leal: “La obesidad infantil es un reto”
Entrevista a la pediatra y responsable de la consulta de Obesidad Infantil de la Fundación Jiménez Díaz y coordinadora de InfaSEN y a la subdirectora médica y pediatra de la Fundación Jiménez Díaz y responsable corporativa de InfaSEN
1. ¿Qué es la iniciativa InfaSEN?
Nace como idea de un grupo de profesionales sanitarios de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba de Madrid, para el abordaje preventivo de un problema creciente en nuestro país que es la obesidad infantil, fruto del estilo de vida más sedentario y del cambio de la alimentación de las últimas décadas. Hemos desarrollado una iniciativa local, dirigida a la población infantil que vive en las áreas de referencia de nuestros hospitales y que es atendida en los centros de atención primaria y acude a colegios de nuestro entorno. Se trata de una estrategia divulgativa de promoción de hábitos de vida saludables respecto al sueño, ejercicio y nutrición (de ahí el nombre, InfaSEN), dando mucha importancia a la regularidad de horarios en las tres actividades.
2. ¿Qué profesionales forman el equipo multidisciplinar de este proyecto?
El grupo de trabajo se haya compuesto por personal sanitario de los hospitales implicados y de los centros de atención primaria pertenecientes a sus zonas de referencia. En él participan pediatras, enfermeras, nutricionistas, rehabilitadores, investigadores, directivos y dibujantes.
3. ¿Qué objetivo persiguen?
Uno de los ejes estratégicos de nuestra red de hospitales es trabajar en prevención y promoción de la salud. Ante la conocida epidemia actual de sobrepeso y obesidad infantil en España, y sabiendo que gran parte de los niños con este problema serán adultos obesos si no se corrigen sus hábitos de vida, nuestro objetivo es prevenir no sólo la obesidad en los pequeños, sino la futura del adulto y el desarrollo de posibles complicaciones asociadas (síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular). Un reto ambicioso, pero alcanzable si se trabaja en equipo, y simultáneamente desde el ámbito sanitario, escolar y familiar.
4. ¿Para qué tipo de niños está pensada esta iniciativa?
Tiene un abordaje preventivo dirigido a todos los menores de dos a 16 años. Se ha elaborado material informativo con mensajes y recomendaciones comunes a todos y por grupos de edad: de dos a seis años, de seis a 12 y de 12 a 16.
5. ¿Cómo van a materializar toda la divulgación de la estrategia diseñada y sus recomendaciones?
Como estrategia preventiva, debe llegar al domicilio, familia y colegio de los niños, sin limitarse al ámbito sanitario; entornos a los que se adaptan los materiales y medios de divulgación desarrollados por el equipo. Así, contamos con herramientas digitales, como la web en desarrollo que incluirá mapas de parques o recetas; nuestro canal corporativo de videos y el Portal del Paciente de nuestros hospitales, a través del cual se hace seguimiento de indicadores de salud y ofertan contenidos personalizados. Por otra parte, contactamos con colegios de la zona de influencia de los centros y ofrecemos sesiones informativas para profesores y padres, charlas para niños mayores y talleres de juego o cuentacuentos para los pequeños.
6. ¿Cómo debe ser la alimentación de los niños para evitar la aparición de la obesidad?
Debe ser organizada, realizando a diario cuatro o cinco comidas (tres principales: desayuno, comida y cena; y, dos secundarias: media mañana y merienda). Resulta fundamental consumir de tres a cinco raciones de fruta y verdura al día, y no olvidar semanalmente al menos dos raciones de legumbres, algo olvidadas en la dieta infantil últimamente. En nuestras recomendaciones concretamos número de raciones por grupo de alimentos y tamaño de éstas según la edad. No aconsejamos menús infantiles deficitarios en verduras y con alimentos poco saludables como empanados, fritos y con según qué aderezos y complementos; recordamos alimentos a consumir sólo de forma ocasional (bollería, snacks, zumos…) y defendemos la comida troceada, no en purés ni zumos. También son fundamentales los horarios de las comidas, la regularidad de éstos durante toda la semana, y reducir la ingesta a lo largo del día para que meriendas y cenas sean ligeras.
7. ¿Qué papel juega el sueño en el desarrollo de la obesidad infantil?
Hay estudios (algunos de nuestro centro) que demuestran cómo la diferencia entre los horarios de sueño, el número de horas que se duerme entre los días escolares y festivos («jet lag social») y la reducción del número de horas de sueño consideradas normales favorecen la obesidad. Esto tiene una base molecular que afecta a la regulación del apetito, y que actúa favoreciendo el consumo de alimentos con mayor carga calórica y ricos en azúcares. Además, implica más tiempo dedicado a comer en horarios en los que deberíamos descansar y está metabólicamente inactivo para el procesado de alimentos. No sólo es importante respetar número de horas de sueño, también la regularidad del horario en el que se duerme.
8. ¿Cómo incentivan el ejercicio físico y la actividad desde el proyecto?
Tratamos de dar a las recomendaciones conocidas un enfoque muy práctico y por grupos de edad. Para los más pequeños: juego tradicional en la calle y los parques. De seis a 12 años, 30 minutos de ejercicio al día algo más vigoroso, al aire libre, individual o con amigos o en actividades extraescolares. Para los adolescentes, se recomienda una hora de ejercicio al día más vigoroso, promoviendo el desarrollo físico y social como fuente de ocio. Defendemos el deporte en familia y al aire libre, y daremos a conocer parques y rutas con este objetivo.
9. ¿Cuáles son las claves del abordaje de este problema?
La obesidad infantil no tiene tratamiento médico; sólo se indican ciertos medicamentos para complicaciones asociadas (hipertensión arterial, diabetes, dislipemias…). La clave está en profundizar en el conocimiento de los hábitos para individualizar y adaptar indicaciones, y el abordaje requiere una atención personalizada. En una consulta de obesidad hay que trabajar en común las áreas médica, nutricional, psicológica y física.
10. ¿Cómo trabajan los aspectos psicosociales del niño con obesidad?
Estos resultan básicos para lograr objetivos en el tratamiento del menor afectado. El pequeño debe encontrarse psicológica y afectivamente preparado para ello y requiere de apoyo familiar, social y profesional. En la consulta exploramos estos aspectos para saber cómo se encuentran y lo que hay que trabajar o reforzar, o si se necesita la colaboración del equipo de Psicología... Se trata de una carrera de fondo, no de velocidad. La confianza del niño con el personal sanitario es clave para que colabore y se implique en el tratamiento, así como conocer si hay psicopatología de base (ansiedad, depresión…) para ser atendido por un especialista, mantenerse cautos en las recomendaciones y comentar la evolución entre citas. Trabajamos con medidas de relajación y distracción para controlar la ansiedad e impulsividad y damos herramientas para enfrentarse a conflictos.
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