Coronavirus
Coordinación y datos basados en la evidencia científica, «recetas» contra el Covid-19
«Existe la necesidad de crear un canal de comunicación directo entre los profesionales sanitarios», afirma en un artículo de opinión el presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna
La desinformación se ha erigido en uno de los principales aliados del coronavirus (Covid-19). No cabe duda de que la propagación de información falsa o inexacta sobre este nuevo virus, especialmente en internet y las redes sociales, genera alarma social, división y confusión, en un momento en el que resulta clave, precisamente, la coordinación y la mesura, además de la solidaridad.
La ingente cantidad de bulos y «fake news» que circulan en la red sobre el Covid-19 ha llevado incluso a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a hablar de «infodemia» y a centrar buena parte de sus esfuerzos no solamente en la dimensión clínica del problema, sino en atajar este «contagio informativo viral» que entorpece las acciones de contención.
Falsas medidas de prevención o curas que no existen forman parte del gran repertorio de rumores que la OMS y las autoridades sanitarias se han afanado sobremanera en desmentir de manera oficial con contenidos basados en la evidencia clínica disponible y que imponen cordura y salvaguardan la salud pública.
Pero además de hacer llegar la información correcta a quienes la necesitan, ante la situación epidemiológica actual en relación a este nuevo virus, resulta también crucial actuar de manera cohesionada y coordinada a todos los niveles y en todos los ámbitos.
Así lo entendemos desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que, junto a otras sociedades médicas y científicas españolas hemos trasladado ya a Sanidad la necesidad de crear un canal de comunicación directo y permanente entre los profesionales sanitarios y las autoridades de Salud Pública. Consideramos que solamente así será posible optimizar al máximo dicha coordinación, adecuar la estrategia diagnóstica y la respuesta asistencial y proteger de forma urgente tanto nuestro sistema sanitario como la salud de nuestros conciudadanos.
Importante resulta también lanzar un mensaje de confianza absoluta hacia la labor y profesionalidad de todo el personal sanitario, altamente cualificado y cuyo desempeño está siendo «ejemplar». Eso sí, se hace indispensable garantizar su adecuada protección con todos los recursos que para ello se precisen, porque de ellos depende la salud de la población, así como tener siempre en cuenta su visión experta y su experiencia.
La toma de decisiones basadas en la evidencia científica, el seguimiento y monitorización permanente de la situación epidemiológica, la coordinación entre profesionales y autoridades y, por supuesto, también la responsabilidad ciudadana para buscar y compartir solamente información correcta de fuentes acreditadas se configuran como algunas de las medidas para hacer frente a los desafíos que plantea el Covid-19. No olvidemos que la principal «receta» contra la desinformación sobre este nuevo virus son los contenidos fiables, basados en el conocimiento clínico y científico existente.
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