Coronavirus
Covid-19: ¿la enfermedad «X» de la que avisó la OMS en 2018?
«Cada 15 o 20 años viene un virus más agresivo que los de años previos», afirma Vicente Larraga, científico del CSIC
En plena emergencia sanitaria por el coronavirus, la comunidad científica trabaja contrarreloj en el desarrollo de ensayos clínicos para dar con una vacuna y con un antiviral efectivos. Sabían que un virus podría venir en cualquier momento. Lo que no sabían era cuándo, cómo ni en qué país empezaría. En 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó, al actualizar su listado de enfermedades infecciosas, de que se avecinaba una enfermedad «X» (así la llamaron) con el fin de sensibilizar a los estados sobre la necesidad de estar preparados ante una posible emergencia causada por un patógeno aún desconocido. «Una epidemia devastadora puede comenzar en cualquier país y en cualquier momento, y matar a millones de personas, porque no estamos preparados, porque aún somos vulnerables», dijo entonces Tedros Adhanom, director general de la OMS.
Pero, ¿por qué? «Esto se debe a que los virus surgen por una mutación y más frecuentemente por una fusión de dos virus: uno animal y otro humano. Se produce habitualmente, pero cada cierto tiempo se sabe que una de esas fusiones funciona, es decir, coge parte del virus animal y parte del virus humano y puede ser patógeno», explica a A TU SALUD Vicente Larraga, científico del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, del CSIC. «Eso ha venido pasando desde que hay registros, desde 1890 hasta ahora. Es muy problable que sea la enfermedad «X» de la que hablaba la OMS. Cada 15 o 20 años se sabe que se va a producir y coincide con una epidemia más intensa de gripe estacional. Pasó en China con la gripe española que empezó en 1910 en los alrededores de Shanghái, tardó unos años en llegar a esta ciudad y de ahí a San Francisco en 1915. Con la gripe asiática de 1957 también sucedió. Cada 15 o 20 años nos enfrentamos a un virus más agresivo que los de años previos», asegura.
«Si duran mucho –prosigue– se vuelven menos agresivos. De vez en cuando, los virus mutan y sus antígenos no son reconocidos por nuestro sistema inmune. Nos pilla desprevenidos biológicamente, por decirlo de una forma gráfica. Con el coronavirus pasará lo mismo, en un año lo volveremos a tener, pero será más atenuado, y así sucesivamente hasta que sea uno de los virus con los que conviviremos». El problema es que, al ser la primera vez que lo tenemos, no sólo es más fuerte, recuerda, «sino que estamos menos preparados. Al ser un virus desconocido hay que tener mucho cuidado. Además, tiene la característica de que se expande con gran facilidad, pero causa una neumonía que es seria en un porcentaje pequeño de la población. Así, mientras el 70-80% de la población infectada tiene un cuadro leve, el 20-30% tiene una afección respiratoria importante y de ellos un 5% presenta un cuadro más grave, que es lo que está pasando con la población de riesgo». Léase las personas mayores y con afecciones previas. «Pero con todo, el Covid-19 se ajusta a las características normales de un virus respiratorio», añade.
¿Qué habría qué hacer? «Lo que se está haciendo. Siempre nos coge desprevenidos. A los norteamericanos les pasó en 1918 y a los europeos les pasó en 1919 con la llamada gripe española. Y el coronavirus nos ha pillado a todo el mundo desprevenido: a los chinos, a los italianos, a nosotros, a los alemanes, a los franceses, a los norteamericanos...». ¿Por qué? «Porque es un virus que tiene muchos portadores sanos y eso es un problema porque están infectando a la población sin saberlo. Por eso tiene una expansión tan rápida. Las pandemias de este tipo siempre nos pillan desprevenidos porque es imposible estar pendiente de todo. Podemos saber que nos falta poco para que nos llegue una epidemia, pero no sabemos ni cómo ni cuándo va a llegar».
De ahí que resulte tan esencial que los países apuesten por la investigación. En la actualidad «hay bastantes candidatos a vacuna. La más famosa es la del ejército chino, pero se desconoce exactamente no se sabe por dónde van, solo que van en la fase 1,;y luego la de EE UU, que trabajan en el vector mRNA, que lo lleva un equipo de científicos de Harvard y del MIT, entre otros, y que son de primerísimo nivel. Pero, como afirmó el experto mundial Anthony Fauci, tardará 12 o 18 meses en llegar. Y en España, destacaría la del grupo de Luis Enjuanes», del Centro Nacional de Biotecnología, del CSIC, y que tiene la ventaja de que el trabajo hecho hace unos años con virus parecidos como el SARS y el MERS les está ayudando a avanzar. «Para mí son los tres candidatos principales», añade. «Un candidato a vacuna llegará pronto, porque están trabajando prácticamente las 24 horas del día con varios turnos turnándose. Llegará en cuestión de semanas o de pocos meses, bien sea la de Francia, la española o la de Inglaterra, pero será un candidato de vacuna en fase 1 aún y, por mucha prisa que se den, antes de un año y medio no la tendremos seguro, es imposible», recuerda el científico.
Pero pese al esfuerzo contrarreloj, la vacuna no llegará para frenar la pandemia que sufrimos en España. Lo que sí tendremos antes serán los antivirales. «Hay varios ensayos en marcha. El Clínico y la Paz (en Madrid), el Clínico y el Vall d’Hebron de Barcelona, Cruces de Bilbao y el Carlos Haya de Málaga están haciendo pruebas. En dos o tres meses llegarán los antivirales y eso se debe a que si usas unas moléculas ya aprobadas por las diferentes agencias aunque sea para otros usos eso significa que esas moléculas son seguras. De ahí que eso va a ser más rápido».
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