A la vanguardia en la lesión medular

Hace 50 años que el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo abrió sus puertas. Desde entonces y hasta hoy muchos han sido sus hitos en un área tan especializado y necesario de avances como el de la lesión medular.

Por ejemplo, han sido pioneros en la instalación de marcapasos diafragmáticos para pacientes con tetraplejia, que no pueden respirar de forma autónoma, en la realización de operaciones para mejorar la mano tetrapléjica y la creación de la Unidad de Sexualidad y Reproducción Asistida, entre otros. «Deseo resaltar nuestra contribución al desarrollo del deporte como herramienta de normalización y empoderamiento de las personas con lesión medular; en nuestro centro nació Aspaym, la Sociedad Española de Paraplejia, sin olvidar nuestra contribución a la visibilidad social de la lesión medular, la apuesta por la accesibilidad, el diseño universal, el ocio inclusivo o el turismo para todos», destaca Mónica Alcobendas, directora gerente del Hospital Nacional de Parapléjicos.

También han sido los primeros en el desarrollo de un modelo de atención integral e interdisciplinar. «A partir de 2002 formamos parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, y en esta época hay que destacar la creación y consolidación de una Unidad de Investigación o la incorporación continua de innovación tecnológica al servicio de la neurorehabilitación (uso de exoesqueletos, robots para la marcha o realidad virtual, 3D, etc.). En 2012 fuimos designados centro de referencia para la atención de la lesión medular por el Ministerio de Sanidad», continúa.

En él se aplican tratamientos punteros que en otros centros no están accesibles

Altamente especializado, en el hospital se aplican tratamientos punteros que en otros centros no están accesibles. «Nuestro hospital integra la atención clínica con la investigación básica y clínica bajo un mismo techo. Esto permite aplicar técnicas avanzadas de rehabilitación, neuroestimulación, abordajes quirúrgicos muy específicos, además de un enfoque holístico que contempla desde la rehabilitación funcional hasta la esfera sexual, emocional y social. Contamos con unidades especializadas en biomecánica y ayudas técnicas, urología funcional y dolor crónico, entre otras, que no están disponibles en todos los centros», explica Alcobenas.

El centro dispone de 204 camas y es referencia para nueve comunidades sin unidad de lesión medular, aunque también recibe pacientes de todo el país debido a su alta especialización. Su equipo está formado por más de 700 profesionales de distintas áreas y disciplinas que combinan ciencia, técnica y humanismo al servicio de las personas. Tan solo en 2024, atendió a 238 nuevos pacientes con lesión medular, de los cuales 233 ingresaron para seguir un tratamiento integral especializado. Además, y como señala su directora gerente, aunque el foco indiscutible es la persona que sufre una lesión medular, «podemos colaborar en casos puntuales con patologías neuromusculares en problemas funcionales concretos como puede ser ayudar a la retirada del soporte ventilatorio externo, evaluación quirúrgica de las lesiones del plexo braquial, patología compleja de columna, completar evaluaciones funcionales en las alteraciones neurógenas del tracto urológico inferior, manejo dolor neuropático refractario al tratamiento, entre otros».

Avances de cara al futuro

Orgullosos del pasado y del trabajo realizado, afrontan el futuro con muchos proyectos. «Todo lo que hemos hecho y lo que llevaremos a cabo en el futuro va orientado a ayudar a las personas con lesión medular a vivir una nueva vida y a mejorar su calidad. Reforzaremos el acompañamiento al paciente más allá del alta hospitalaria con el desarrollo del Servicio de Teleasistencia y cuidados de Enfermería; también queremos seguir profundizando en la medicina personalizada, en nuevas terapias celulares y farmacológicas para el tratamiento de úlceras por presión, en el uso de tecnologías como la robótica y la pujante inteligencia artificial en neurorehabilitación, entre otras iniciativas», asegura su directora gerente.

«Recibir el premio es un estímulo y una responsabilidad. Este galardón visibiliza y pone en valor el esfuerzo diario de nuestros profesionales –sanitarios, científicos, técnicos y administrativos– que trabajan con pasión y entrega por mejorar la calidad de vida de las personas con lesión medular. Además, es una oportunidad para seguir generando conciencia social sobre una realidad que a menudo permanece invisible», agradece Alcobendas.