La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y Save The Children han pedido al Gobierno y a las autonomías que adelante al verano la apertura de los centros educativos y escuelas infantiles, así como la apertura de parques infantiles y el acceso a la naturaleza y las actividades físicas. Ambas organizaciones han elaborado un documento titulado “La nueva normalidad educativa y de ocio”, en el que ofrecen las pautas necesarias para que los menores puedan volver con todas las garantías de seguridad a la educación presencial y participen en las actividades de verano para compensar el cierre de aulas, según informan en un comunicado. En concreto, demandan que los centros educativos hagan un cierre de curso 2019-2020, ya sea en formato evento o encuentros de despedida en grupos reducidos; que los centros escolares puedan ofrecer actividades presenciales de apoyo y refuerzo educativo desde la fase 2, “priorizando a los niños y niñas en situación de mayor vulnerabilidad”, y que se permita a las escuelas infantiles iniciar la actividad a partir de la fase 2 en grupos de hasta cinco niños y niñas, y espacios de interacción separados. Según señalan, “respecto a las actividades de verano” su puesta en marcha tendría como objetivo “compensar las carencias que el cierre de escuelas haya producido”. A su juicio, las comunidades, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales deben ampliar la oferta educativa y de ocio en verano, dando prioridad al acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico, y que incluyan una alimentación saludable y suficiente. Estas actividades, sostienen, tendrían que “incluir refuerzo educativo, ocio, trabajo psicosocial y actividades para compensar el sedentarismo de los meses pasados, entre otros”. Los pediatras y Save The Children plantean limitar los alumnos por clase a no más de cinco o seis en la etapa de 0 a 3 años de Educación Infantil, y reducir el aforo de las actividades de verano al 50%, con un máximo de 200 personas entre alumnado y profesionales. Asimismo, aconsejan planes escalonados de entrada y salida y que se alternen los periodos de descanso y de comida o se amplíe la hornada. Los menores también deberán lavarse las manos al entrar y salir de clase y después de cada actividad o después de usar el baño, sonarse la nariz, estornudar o toser. Recomiendan limpiar y desinfectar instalaciones de agua, saneamiento, ventilación y gestión de residuos. También defienden el aislamiento ante casos de infección sospechosos y habilitar un espacio que garantice la privacidad y esté provisto de equipos de protección adecuados para el aislamiento inmediato de la persona sintomática. También piden formar a la plantilla del centro, familias y alumnado e incrementar las plantillas de personal docente y otros profesionales para cubrir el aumento de número de grupos de niños y niñas.