Coenzima q10, la molécula de la energía

La coenzima Q10 desempeña un papel esencial en la cadena de transporte de electrones de la mitocondria. Dentro de la cadena respiratoria, la energía toma la forma de ATP. Prácticamente todas las células contienen mitocondrias y, por lo tanto, coenzima Q10, la cual está en grandes cantidades en las células con numerosas mitocondrias y mayores necesidades energéticas, como las del corazón, los músculos, los riñones y el hígado.

La coenzima Q10 está presente en nuestra dieta, aunque su contribución a la cantidad que necesitamos es pequeña. Los suplementos de coenzima Q10 pueden usarse para prevenir o tratar un déficit de ella. Los principales grupos de riesgo son las personas mayores, deportistas, con enfermedades cardiovasculares, dislipidemia, miopatía tras un tratamiento con estatinas, hipertensión, disfunción endotelial y aterosclerosis, insuficiencia cardíaca, miocardiopatías, infarto de miocardio, síndrome metabólico y diabetes, inflamación crónica, esclerosis múltiple, hígado graso no alcohólico, trastornos neurodegenerativos, infertilidad, autismo, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y enfermedades renales.

La dosis estándar es generalmente de 90 mg y 200 mg para la dosis más alta, tomada una vez al día con una comida debido a su dependencia de los alimentos para su absorción. Suplementar coenzima Q10 (Ubiquinol) en su forma activa es importante y contribuye a la buena disponibilidad biológica de la coenzima Q10 y, si se combina con el magnesio, hacen una buena sinergia para la producción de energía.

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