Sin una gota de sangre

Es natural recordar a Jesucristo, el hijo de Dios en la tierra, cómo pasaba sus últimos días, bañado en sangre, hostigado por quienes anteriormente le llamaban Maestro. La mayoría de las obras de teatro, piezas cinematográficas y hasta pinturas que retratan su vida muestran a un Jesucristo castigado en medio de la Pasión. Es el momento en el que Pilatos lo sentencia y le ordena a sus hombres crucificarlo en la cruz del calvario. Imaginarse una producción teatral sin una gota de sangre que mane de su cuerpo resulta innovador y es lo que el grupo Narea ha plasmado en esta nueva versión de la vida del hijo de Dios, a pocos días de Semana Santa.

Los cuatro Evangelios

La producción, financiada por la Conferencia Episcopal y COPE, basa el montaje en la Resurrección y su ascenso a los cielos. La obra se sostiene en un guión basado en los cuatro Evangelios, enriquecido históricamente y ampliado gracias a una investigación de la que habla el director de la obra, César Alcázar. «Queríamos sensibilizar al espectador sobre lo que son los Evangelios. Ha sido una propuesta muy innovadora con tintes de escenografía muy distintos a lo que veían antes, pues además de borrar la sangre en el cuerpo de Jesús, profundizamos en o que encierra su mensaje antes de su ascensión a los cielos», comenta Alcázar. La sobriedad es el elemento que destaca en la pieza teatral. Sobresale la armonía de los argumentos, supeditados a los relatos de Lucas, Mateo y Marcos. Los diálogos y el planteamiento son honestos y reflejan un cambio en el modo de relatar el argumento de quien dividió la historia de la humanidad en dos partes. El peso específico de la Resurreción es matizado con la música de fondo y un juego de luces que pretende despertar el interés de creyentes y no seguidores del cristianismo. «Durante la obra hay un ''flashback'' en el que Pilatos recibe las pruebas por las que Jesús es enjuiciado. Los sermones, María Magdalena, el lavatorio, la última cena, la Pasión, todo ello se repasa y termina en la Resurrección con un peso más amplio», subraya el director. La sensación que deja en los espectadores es una imagen esperanzadora de Jesús hacia el mundo. El enfoque es minimalista: el director hace uso de distintas técnicas teatrales como la música y la transmisión de la esencia y el humanismo. El reparto del montaje está compuesto por Pablo Menasanch, Ana del Arco, Javier Moncada, Augusto Guzmán, Javier del Arco, entre otros.

El vía crucis más antiguo

Los municipios de Chinchón y Morata de Tajuña también contarán con piezas teatrales que escenifican la Pasión de Jesús. Los chinchonenses celebrarán el 50 aniversario del vía crucis viviente más antiguo de Madrid y que congrega anualmente a más de 20.000 personas. Los morateños harán lo propio el Viernes Santo, acompañando al grupo de teatro Talía durante el recorrido por once lugares distintos del municipio.