Sociedad
El Gordo de Navidad
En toda la historia del sorteo solo se han repetido dos números premiados, el 15.640 y el 20.297. La terminación más repetida del primer premio es el 5, que ha tocado 32 veces. Ávila, Tarragona, Zamora y Melilla nunca han tenido suerte
Que si frotamos el décimo por el vientre de una embarazada, que si lo colgamos en una herradura para que nos toque... Incluso hay quien dice que, a pesar de que los gatos negros dan mala suerte, el día de la Lotería de Navidad, lo mejor es pasar el décimo por el lomo de uno de ellos. Cada uno aplica sus propias matemáticas al comprar los boletos, opta por sus números favoritos, por la fecha que tantos recuerdos le trae o establece sus estadísticas personales. Y lo cierto es que pese a las supersticiones y la moda de estigmatizar a algunos números con la etiqueta de «feos» frente a los «bonitos», cuando los bombos del sorteo comienzan a girar, todas las cifras tienen la misma probabilidad de salir elegidas. De cualquier manera, el 22 de diciembre, que por cierto, ya está a la vuelta de la esquina, es un día especial para la mayoría de los españoles. Un día donde la esperanza y la ilusión vuelve, al menos por unas horas. Porque seamos francos, la oportunidad de ganar 400.000 euros en un día no aparece ni de vez en cuando. Aunque es verdad que Hacienda se lleva un porcentaje, 400.000 euros menos los impuestos pueden ser suficientes para cumplir al menos alguno de tus sueños, como pagar la hipoteca, tapar agujeros, dar la vuelta al mundo o simplemente dejar de trabajar, aunque sea por un tiempo.
En toda la historia del sorteo solo se han repetido dos números premiados, el 15.640 (año 1956 y 1978) y el 20.297 (año 1903 y 2006). La terminación más repetida del primer premio es el 5, que ha tocado 32 veces y las comunidades con más favorecidas en lo que se refiere al Gordo de Navidad en los 208 años que llevamos de sorteos extraordinarios son Madrid, donde ha tocado 92 veces, Barcelona, con 57 Gordos y Valencia, con 26. Las provincias de Ávila, Tarragona y Zamora, además de Melilla, desgraciadamente nunca se han visto con suerte. Pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde. La suerte la prefiero para mí, pero lo que si voy a decirles es que jueguen, jueguen a la lotería todo lo que puedan. Y si no toca, pues como dicen muchos, «al menos tenemos salud» que al final, es lo importante.
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