Las calles de China están vacías, los mercados callejeros clausurados, las grandes atracciones turísticas y los restaurantes cerrados, los eventos deportivos suspendidos. El gobierno ha pedido a la población que permanezca en sitios cerrados siempre que sea posible, así que no es de extrañar que la gente haya tenido que buscar nuevas y sorprendentes maneras de entretenerse.

Cuesta imaginar que ver la retransmisión en directo de cómo se construye un hospital pueda considerarse un plan de ocio, pero si tenemos en cuenta el tiempo récord en el que se está haciendo, toda la maquinaria que se está desplegando para ello y la urgencia de tenerlo listo cuanto antes, quizá no sea tan mala idea. Eso debió pensar la Televisión Central de China (CCTV), que ha ofrecido una conexión en directo para ver cómo trabajan las máquinas en la construcción de los dos nuevos centros médicos que han levantado para aislar a los enfermos de coronavirus. Las plataformas de Youtube y Periscope también se han sumado a esta idea, de manera que cualquier persona puede seguir en directo la construcción de los centros de Leishenshan y Huoshenshan en la ciudad de Wuhan. La audiencia de estos vídeos se ha calificado a sí misma como “supervisores en línea”. Según el diario chino “Global Times”, más de 40 millones de personas han estado siguiendo estas retransmisiones. Y por si fuera poco, el papel del espectador no se ha limitado a observar, sino que también puede participar e interactuar con otros usuarios. La CCTV ha creado una página (“Epidemia 24/7”) que está integrada en el servicio “WeChat”. De esta manera, los usuarios pueden enviar comentarios en tiempo real y votar por el vehículo de construcción que más les gusta. Los montacargas son los que han conquistado a la audiencia, que les han denominadon “Folkchan”. En la red social Sina Weibo (que sería algo similar a Facebook) se han disparado las búsquedas de este término, y han definido a los montacargas como «los pequeños guardianes más encantadores del mundo». El público tampoco ha dudado en mandar mensajes de ánimo a los trabajadores e incluso han puesto nombres propios a las máquinas, entre los que figuran “el rey de los mezcladores de cemento”, “el rey de la soldadura”, “el gran conejo blanco”, “el hermano de Red Bull”, “el pequeño amarillo” o “Song Huizong”, que hace referencia a un antiguo emperador del país asiático que reinó durante más de dos décadas. Un derroche de imaginación y un intento por sacar algo positivo en medio de una gran crisis mundial.

La población china ha convertido en héroes a operarios y máquinas, y las redes sociales se han volcado con esta inicitativa, llenándose de dibujos y homenajes hacia los trabajadores. Shi Wenxue, crítico de cultura y profesor de la Academia de Cine de la ciudad de Beijing habló con “Global Times” y consideró que el hecho de implicarse en la construcción de los hospitales es una “muestra de confianza en la eficiencia china” por parte de la población.

Hospitales casi listos

El hospital de Huoshenshan comenzó a recibir pacientes ayer. Muchos de ellos fueron trasladados en camionetas que conducían ciudadanos, organizados de manera voluntaria. El segundo hospital, el de Leishenshan, se prevée que esté listo mañana y que reciba afectados a partir del jueves. China ha conseguido así algo insólito, levantando de la nada estos dos centros en apenas diez días, algo que la población no ha dudado en valorar y que ha servido, además de para entretener, para convertir en héroes a máquinas y operarios.