Coronavirus
Por qué los contagios por coronavirus crecen tan rápido y cómo reducir la curva
Si no se cumple con la cuarentena de forma exhaustiva, los contagios continuarán y la pandemia se prolongará en el tiempo
Desde que el coronavirus diera el salto a los humanos en Wuhan a finales de diciembre y comenzara a extenderse por el mundo, han sido muchas las dudas generadas en los gobiernos, que no han decidido tomar cartas en el asunto hasta que los contagios se han convertido en pandemia. En el caso de España, se ha pasado de incitar a la gente a acudir a las manifestaciones del 8-M en favor de la mujer a decretar el encierro en casa y que sólo se pueda salir en casos de extrema necesidad.
Para ver cómo se desarrolla el contagio en función de las medidas que se han tomado, el Washington Post ha publicado cuatro tipos de simulaciones, en las que se aprecia cómo se desarrolla un virus (similar al coronavirus), en el que cada vez que una persona interactuara con otra se contagiaría.
Las simulaciones, recogen la expansión del virus inventado “simulitis” en cuatro escenarios distintos. El primero de ellos es la libre circulación de personas y la no existencia de restricciones. En este caso, la mayoría de la población acabaría infectada y la curva de contagios comenzaría a disminuir a medida de que los contagiados comenzaran a recuperarse. Esta simulación es la que presenta una curva más acusada, pero en la que la incidencia del virus, medido en tiempo, es menor. En el caso del coronavirus, es la menos recomendable porque es la que mayor mortalidad presentaría.
El segundo escenario es la cuarentena forzosa, tal y como hizo el gobierno chino en la provincia de Hubei, zona cero de la enfermedad. La simulación demuestra que durante el periodo de cuarentena, se logra mantener a los infectados separados de los individuos sanos. esto provoca que los infectados, sigan expandiendo el virus entre las personas de su entorno. Así, cuando acaba la cuarentena, se vuelven a mezclar con los individuos sanos, por lo que al final, el virus acaba extendiéndose entre la población, aunque de una manera menos pronunciada pero más prolongada en el tiempo. Por lo que queda demostrado que es imposible aislar completamente a la población enferma de la sana.
El tercer modelo es el “distanciamiento social moderado”, el más similar al que se vive en España. En esta simulación, las autoridades sanitarias han pedido a la población que eviten reunirse en lugares públicos, que pasen más tiempo en casa y que guarden las distancias con otras personas. Si se reducen los desplazamientos y las interacciones, el virus tiene menos oportunidades de extenderse. Pero como está ocurriendo en España, algunas personas siguen saliendo a la calle. Unas por motivos laborales y otras obligaciones y otras porque simplemente han decidido desobedecer a las autoridades. Este grupo de personas son las más expuestas a enfermar y a expandir la enfermedad.
Si tres cuartas partes de la población se queda en casa, pero un cuarto sigue saliendo, la curva es mucho menos pronunciada pero el periodo de contagio se prolonga en el tiempo mucho más.
Si el distanciamiento social pasa de moderado a exhaustivo -tal y como solicita el Gobierno español-, en el que se reduce la población que se mueve de un cuarto a un octavo, el número de contagios se reduce de forma exponencial y la curva es casi inexistente.
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