Cambio de hora

¿Por qué cambiamos la hora? La curiosa historia detrás del horario de verano

La mayoría de las personas cambiamos nuestros relojes sin saber de dónde viene esta idea revolucionaria

Sevilla.- Profesor de la US estudia el cambio estacional de hora y concluye que no desalinea los biorritmos humanos
El 40% de los países ajustan la hora cada seis meses, aunque 140 han aplicado el cambio horario en alguna ocasión, según StatistalarazonUS

Durante varios meses al año, el horario de verano (DST) afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, la mayoría de las personas cambiamos nuestros relojes sin saber de dónde viene esta idea revolucionaria.

La historia más conocida sobre el origen del horario de verano es la marca su orígen en 1784, cuando Benjamin Franklin, embajador de Estados Unidos en Francia, escribió una carta al diario ‘Le Journal Paris’ en la que proponía algunas medidas para el ahorro energético. Una de estas medidas era la de cambiar la hora como una forma de ahorrar velas, pero el popular Franklin no fue el único.

En 1895, George Hudson, un entomólogo de Nueva Zelanda, se le ocurrió el concepto moderno de horario de verano y propuso un turno de dos horas para tener más horas de sol después del trabajo para cazar insectos en el verano.

Diez años más tarde, el constructor británico William Willett (tatarabuelo del líder de Coldplay, Chris Martin) concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno. De repente, se sorprendió al pensar cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano. Lo propuso al Parlamento de Inglaterra como una forma de evitar que la nación desperdiciase la luz del día. Su idea fue defendida por Winston Churchill y Sir Arthur Conan Doyle, pero rechazada por el gobierno británico. Willett siguió defendiendo el concepto hasta su muerte en 1915.

En 1916, dos años después de la Primera Guerra Mundial, el gobierno alemán comenzó a generar ideas para ahorrar energía. “Recordaron la idea de Willett de adelantar el reloj y, por lo tanto, tener más luz natural durante las horas de trabajo”, cuenta David Prerau, experto en todo lo relacionado con el cambio horario y autor de Seize the Daylight: The Curious and Contentious Story of Daylight Saving Time. “Mientras que los británicos hablaban de ello año tras año, los alemanes decidieron hacerlo más o menos por decreto”.

Después, Inglaterra y casi todos los demás países que lucharon en la Primera Guerra Mundial hicieron lo mismo.

La primera vez que se cambió la hora en España

En 1974, los españoles atrasaron sus relojes por primera vez para adaptarse ‘al horario de invierno’. “El gobierno decició cambiar nuestro horario para aprovechar al máximo la luz del sol y ahorrar de esta forma más energía” decía el suplemento dominical que se anunciaba en televisión.

Eran los años de la crisis del petróleo y aunque, al principio, “el español se vio algo desorientado”, se asumió con buenos ojos la medida impulsada por el gobierno que supondría, “un ahorro considerable en los recibos de la luz”.

La orden de la Presidencia del Gobierno fijaba el 13 de abril de 1974 a las 23:00 horas para adelantar la hora oficial en sesenta minutos: «Teniendo en cuenta las repercusiones que se derivan para la economía nacional del encarecimiento de los productos energéticos, se considera necesario aplicar todas aquellas medidas que puedan contribuir al ahorro de energía, y entre ellas, la consistente en el adelantamiento de la hora legal en relación con la solar».

El cambio de hora en Europa

Desde 1981, el cambio de hora se hace a la vez en toda Europa. Una medida que a nivel europeo ha demostrado ser poco popular y que llevó a que entre el 4 de julio y el 16 de agosto de 2018, la Comisión Europea celebró una consulta pública a los ciudadanos de la Unión Europea acerca del horario de verano y su posible abolición en el ámbito de la Unión. Participaron en la consulta 4,6 millones de personas, de las cuales un 80% se manifestaron a favor de la abolición del cambio bianual de horario, con preferencia por mantener el horario de verano como horario permanente.