Coronavirus

A este paso adelantarán las vacaciones de verano

Con la nueva prórroga del confinamiento hasta finales de abril, que quizá no sea suficiente, se habla de un adelanto de las vacaciones veraniegas

El protagonismo de los balcones (serie gráfica 5 imágenes)
Un vecino descansa con los pies al aire en su terrazaAna EscobarEFE

Ya adelantaron las vacaciones de Semana Santa para que, sin pasos, las saetas se las canten a Él, San Pedro el Grande. Ahora, con una nueva prórroga del confinamiento hasta finales de abril que quizá no sea suficiente, se habla de un adelanto de las vacaciones de verano.

El Gobierno prepararía una campaña estimulante bajo el eslogan «Veranea en tu terraza, la playa más limpia» y la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, nos regalaría balones para que los lanzáramos de balcón a balcón, bikinis con mascarillas a juego, cremas bronceadoras, ventiladores de mano, hamacas y botijos para enfriar el vino con gaseosa en la nevera. Se está estudiando la posibilidad de autorizar barbacoas. Precisamente Reyes Maroto acaba de decir que «con el trabajo conjunto se ha logrado algo complejo, que es multiplicar los panes y los peces».

De milagro no le ha atribuido el milagro a Pedro, el gran pescador. Habla de trabajo conjunto. Pero en ese conjunto hay muchos que desafinan. Por ejemplo, John de Zulueta, presidente del Círculo de Empresarios, no parece contento con el bocata de sardinas del Mar de Galilea que le ha tocado y dice: «Estamos perdiendo vidas por la ineptitud del Gobierno». Calcula seis millones de parados y añade: «Los ministros están perdidos, no tienen ni idea de cómo funciona una empresa».

Seguro que Reyes Magos, tan evangélica ella, dirá que Jesús también se perdió cuando era niño, y fue hallado orando y velando en el templo, como ahora Él y el Mando Único velan ahora en la Moncloa mientras tratan de multiplicar los respiradores para todos nosotros, pobres pecadores.

Por cierto que Turquía ha requisado para sus clínicas un avión español que transportaba material sanitario, cientos de respiradores comprados y pagados por varias comunidades autónomas españolas. Requisa es palabra con resonancias bélicas, luego debe de ser verdad que estamos en guerra y que al enrarecido panorama internacional, donde nadie reparte panes ni peces gratis, vuelven los piratas, corsarios y chorizos.

Yo no sé si deberíamos enviar a Turquía al ministro de la Policía, Grande Marlaska, o a la ministra de Defensa, Margarita Robles, o al Mando Único al completo para que presenten en Estambul su más enérgica protesta. Mejor que vayan, si van, acompañados de la Legión, mayormente para evitar que les requisen a ellos también y nos pidan un rescate. No estamos para rescates. Tampoco estamos para aceptar, leo, la ayuda que Cuba nos ofrece para luchar contra el virus.

No aceptamos sus médicos ni su antiviral Interferón Alfa 2B, buenísimo, con el que se ha tratado la pandemia en China. Me pinchan y no sangro, estoy más perplejo que la ministra de Trabajo. Explican que el rechazo se debe a que el Gobierno del PSOE coaligado con Podemos no quiere que esa ayuda sea utilizada para «extremar las críticas políticas». ¿Qué críticas? No creo que protestara ni Abascal si llegara ayuda de Corea del Norte.

¿Dónde han quedado los tradicionales lazos de amistad? ¿No van a alzar desde algún balcón sus voces airadas los bolivarianos comunistas Iglesias y Garzón? Para evitar las críticas políticas, ¿el siguiente paso será eliminar las importaciones de los puros habanos, el ron y la salsa? ¿Incluirán al «cubalibre» como vía de posible contagio?

La oposición, que a lo peor no se ha enterado del «cubanicidio», recrimina al Ejecutivo «que vaya siempre detrás del virus». Imagino que Él se bajará la mascarilla con gesto displicente y les preguntará: «¿Qué queréis, que vayamos delante del virus y lo perdamos de vista?» ¡Azúcar!