«Funeral laico» (II)

Es conveniente aprender de países aconfesionales y con democracias consolidadas como España, y ver cómo homenajean a sus víctimas mortales producidas a consecuencia de catástrofes.

Recordemos el último caso, Germanwings, y consideremos la actitud del Gobierno alemán, comparándola con la de entonces y ahora del Gobierno español. El 24 marzo de 2015, un Airbus alemán de esta compañía, que cubría la ruta Barcelona-Colonia, se estrelló en los Alpes franceses con 150 personas a bordo, que fallecieron.

Cincuenta eran españoles, y el resto alemanes de tres religiones. Por eso se celebró un mes después en la Catedral de Colonia, un solemne funeral católico y, al día siguiente y en el mismo lugar, una ceremonia interconfesional y de Estado. En ella intervinieron desde el ambón en un clima de luto y solemnidad, el card. arzobispo de Colonia, una obispa luterana, un imán de la comunidad musulmana, el presidente de la RFA, el ministro del Interior de España –un servidor– y mi colega francés de Transportes.

Estaba presente la plana mayor política y económica de la RFA. En la Sagrada Familia se celebró días después un funeral de Estado por las víctimas españolas, asistiendo SSMM los Reyes, el presidente del Gobierno, de la Generalitat, ministros, el alcalde, familiares de las víctimas, etc.

Desconocemos cuántos son los fallecidos –más de 40.000– que ni siquiera han tenido unas exequias dignas, y ahora van a ser «homenajeados» sin funeral, y junto a los vivos. Desconsiderado laicismo, no aconfesionalidad.