Entrevista

“La formación online es ahora la primera opción para miles de estudiantes”

La rectora de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), Eva Giner, reflexiona sobre los retos de la educación universitaria tras la pandemia

EVA GINER RECTORA DE LA UNIVERDAD INTERNACIONAL DE VALENCIA
EVA GINER RECTORA DE LA UNIVERDAD INTERNACIONAL DE VALENCIALA RAZONLA RAZON

–¿Cómo ha asumido la Universidad Internacional de Valencia (VIU) la responsabilidad ante la educación superior desde que empezó el Estado de Alarma y la pandemia de la Covid-19?

–Desde la perspectiva intrínseca que nos define: como una Universidad 100% online, que hoy es aún es más fuerte y consciente de que el mundo universitario no debe ni puede pararse. Nuestra metodología 100% online y estructura tecnológica nos permitió, al inicio de la pandemia, adaptarnos con mayor rapidez y garantías que otras universidades al normal desarrollo del curso académico. Tuvimos muy presente que ningún estudiante pudiera ver imposibilitado el normal seguimiento del curso por la crisis sanitaria, por lo que activamos el Plan de Adaptación Covid-19, con medidas excepcionales y temporales para dotar de herramientas y facilidades que permitieran a todos nuestros estudiantes acabar el curso con éxito. La formación universitaria, y más aún en tiempos de crisis y pandemia como el actual, debe continuar y no puede parar de ningún modo.

–¿Cree que ha cambiado el sector educativo actual desde que empezó la pandemia?

-Por supuesto; el sector educativo ha cambiado y no hay vuelta atrás. La formación online es ahora la primera opción para miles de estudiantes. La preparación educativa es, en estos momentos, más importante que nunca. Y diría, incluso, que antes de la pandemia ya se había registrado un considerable crecimiento y una preferencia hacia la educación superior online. La enseñanza a distancia y en plataformas digitales, lo señalaba el Foro Económico Mundial, será la enseñanza del futuro. La tecnología juega un papel crucial en la innovación educativa, pero bien implementada. La tecnología no sirve de nada si no hay un fin educativo y una metodología detrás, como es el caso del método que empleamos en la Universidad Internacional de Valencia, donde ponemos el foco en el aprendizaje efectivo de nuestros estudiantes.

La situación provocada por la propagación del virus, ¿ha obligado a reorganizar la formación en este campo? ¿Cree que lo han hecho todas las universidades?

–Que ha obligado a reorganizar la formación, por supuesto. Que la Universidad Internacional de Valencia lo ha hecho, adaptándose a lo que demandan los profesionales sanitarios, también. La Covid-19 ha puesto sobre la mesa la importancia de la salud como derecho universal, de manera que las lecciones aprendidas de la pandemia, en el caso de nuestra Universidad, nos han ayudado a repensar mucho qué enseñamos y debemos enseñar y cómo preparamos a los profesionales de la salud. Nuestra visión es que, como institución de educación superior que somos, hemos de convertirnos en agentes del cambio para conseguir un bienestar integral, una sanidad humanizada y para afrontar las nuevas enfermedades y los retos de la salud. Por eso, nuestra oferta formativa para profesiones del sector salud ha crecido y se ha especializado aún más con motivo de la pandemia del Covid-19 y de las necesidades que ha generado. Además, la acogida y demanda que han tenido nuevos programas puestos en marcha a raíz de la pandemia ha sido enorme. Como dato significativo, le diré que nuestros programas formativos en el Área de Salud han crecido un 41,4% respecto al pasado año.

–¿Cuál diría usted que son los principales retos para el sector de la educación?

–El primero, creo que es el camino hacia la transformación digital y eso requiere también orientar los currículos hacia la inclusión de las tecnologías en el aula. Es necesario que los docentes y futuros docentes ajusten sus estrategias metodológicas, incluyendo las TIC y el desarrollo de las e-competencias, el trabajo colaborativo, las habilidades de búsqueda y selección de información de calidad, la capacidad de adaptarse a las novedades tecnológicas y de usarlas de manera lúdica, cooperativa y en red en el aula. Y el segundo reto que apuntaría sería el de fomentar la investigación y la ciencia. La ciencia y la investigación junto con la colaboración académica es la que ganará la batalla del Covid. Esto es, ahora mismo, más importante que nunca.

–¿Considera que va a haber un avance de las universidades privadas españolas en los próximos años?

–A corto y medio es previsible. Un estudio reciente del Grupo Estudios Población y Sociedad (GEPS) ha hecho unas estimaciones en el número de matrículas hasta 2035 con unas cotas muy elevadas. La suma de grado y máster equivaldrá en 2035 a algo más de 1,9 millones de estudiantes, frente a los 1,5 millones de 2018 (un 27 por ciento más). Eso significa que en los próximos 15 años van a inscribirse en grado o posgrado las generaciones de nacidos entre 1997 y 2008 -que para 2035 tendrán entre 27 y 38 años-. Ese estudio habla también de que la universidad privada podría adelantar a la pública en posgrado, pero también es cierto que el porcentaje de universidades públicas y privadas en España es ya casi muy similar.

–¿Con qué cifras cerró la VIU el año pasado?

–La Universidad Internacional de Valencia es, hoy por hoy, una de las instituciones de educación online de referencia en el mundo hispanohablante, y hemos terminado el pasado año 2020 con una cifra superior a los 15.000 estudiantes, lo que equivale a un incremento del 24 por ciento con respecto al año anterior. Y, en la actualidad contamos con estudiantes de 73 nacionalidades repartidos en 81 países distintos, especialmente en Latinoamérica. Una Universidad con foco en la calidad educativa, la excelencia académica y el desarrollo de la investigación. La pandemia sanitaria ha evidenciado algo que desde la Universidad Internacional de Valencia veníamos trasladando desde nuestros inicios, la educación superior online presenta máximas garantías para ofrecer una formación de calidad. Además, permite flexibilidad y adaptación a los ritmos de estudio y a la vida profesional y personal. Muchas instituciones han tenido que reinventarse y adaptarse a esta nueva situación social y sanitaria, en cambio nosotros ya estábamos preparados, disponemos de la tecnología necesaria y nuestros docentes cuentan con las herramientas y la formación para impartir sus clases de manera virtual y eficiente.