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Álvaro Ortega Pérez: «Soy activista desde los quince años y ayudar a los demás me cuesta dinero»
Al frente de una asociación provida compuesta por más de 350 jóvenes, asegura ser un alumno muy combativo en la universidad.
Álvaro Ortega compagina los exámenes de Derecho con las entrevistas y las ruedas de prensa. A primera vista sorprende la iniciativa de este veinteañero en defensa de la vida, la cual conjuga con una carrera en Derecho que no parece robarle el sueño. Tiene todo controlado. Acaba de salir de una rueda de prensa en la que ha presentado, junto al portavoz de +Vida, su amigo Duarte Falcó, el fichaje de Eugenia Ortiz como madrina de su campaña «Ser madre es la leche». Con esta acción pretenden recoger botes de leche maternizada y donaciones para hacerlas llegar a las madres con menos recursos. Han tenido tanto éxito que ampliaron el plazo para colaborar hasta el día 22. Atiende a los medios con la profesionalidad de un veterano y, sin embargo, su cara aniñada descubre una jovialidad que aprovecha a la perfección para defender sus ideales ante la sociedad.
–¿Se considera un activista del siglo XXI?
–Totalmente. Yo empecé en el activismo a los quince años. Desde entonces me he involucrado en distintas causas y siempre les he puesto una pasión increíble. Me encanta colaborar con este tipo de organizaciones, y qué menos que defender la vida de los más débiles, de los no nacidos.
–A su edad y codeándose con multitud de personalidades públicas, ¿ve en Francisco Nicolás algún tipo de némesis?
–No, no me siento identificado en ningún aspecto con él. Yo voy a ayudar a los demás y no me lucro con lo que hago, sino todo lo contrario, me cuesta dinero.
–¿La juventud es un hándicap a favor o en contra para que los tengan en cuenta?
–Siempre suele ser más bien un aspecto positivo puesto que se tiene una imagen de los jóvenes de que no se involucran con nada, de que son pasivos y de que no se preocupan por su futuro. Realmente hay una juventud que merece la pena.
–Duarte Falcó y usted son la cabeza visible de +Vida, pero ¿cómo es la relación fuera de la organización?
–Nosotros nos conocemos desde hace muchos años y salimos de fiesta juntos, tenemos varios grupos de amigos en común y la verdad es que somos muy amigos. Nos apoyamos mucho tanto en la asociación como a nivel personal.
–Su organización, +Vida es apolítica. ¿Álvaro Ortega simpatiza con algún partido?
–A día de hoy, no. Me siento totalmente decepcionado con la clase política española.
–Cada vez tiene más visibilidad, ¿no se plantea dar el salto a la política?
–No, porque estoy muy cómodo colaborando con la sociedad y estoy convencido de que si algún día entrara en política no me mordería la lengua. Por ello me identifico mucho con Esperanza Aguirre. Yo lo que quiero es despertar cierto clamor social para concienciar a la clase política para que defienda este tipo de causas.
–Si participara en un tertulia emitida en «prime time», ¿a quién le gustaría tener enfrente?
–Buena pregunta (Ríe). Me gustaría tener enfrente a Pilar Rahola porque es una persona muy combativa, muy enérgica de la izquierda y yo estoy convencido de que podríamos llegar a puntos en común en la defensa de la maternidad y de las madres que necesitan este apoyo.
–¿Qué es más duro: sacarse la carrera de Derecho o defender una causa ante la sociedad?
–Es más duro defender una causa porque muchas veces te encuentras diversas trabas; abordarlas y afrontarlas te hace ser más fuerte. No obstante, siempre me ha gustado el mundo del Derecho, siempre estoy en contacto permanente con la clase jurídica y suelo ir a los juicios como público.
–¿En la universidad también es un alumno popular o se centra en las clases y en estudiar?
–Soy muy combativo en la universidad. Mis padres me ofrecieron otras opciones pero yo quise ir a la Complutense porque hay un público muy variado. En todas las clases intento sacar el tema de la vida y comentarlo en positivo. Me implico en todo lo que puedo y por ello soy un alumno bastante conocido en mi facultad. De hecho, el año pasado conseguí que diez compañeras mías, que eran férreas defensoras del aborto, cambiaran su opinión.
–¿Qué es lo que más echa de menos de su Jaén natal?
–La verdad es que bajo muy poco por esta intensa actividad. Echo de menos a mi familia, que la tengo en gran parte allí. Soy una persona a la que le gusta pasar el fin de semana en el campo con los suyos y en Madrid no puedo hacerlo.
–Si pudiera elegir un padrino para +Vida, ¿por quién se decantaría?
–Alguien que haya construido un imperio de la nada, que haya sido un ejemplo de superación. Creo que un buen padrino sería Amancio Ortega, con quien también comparto apellido.
–¿Y cuál ha sido su padrino vital, el que le ha inculcado los valores que tan firmemente mantiene?
–Mis padres, que son personas católicas y siempre me han inculcado una educación magnífica, de la cual me siento profundamente orgulloso. Mi padre siempre ha sido una persona con mucha disciplina, muy recto y que ha sabido encaminar. Para mí un buen padrino ha sido mi padre.
–Si ser madre es la leche, ser padre es...
–Ser padre es la bomba. De hecho, una de mis mayores ilusiones es tener hijos y poder darles la educación que he recibido de mi familia.
–¿Qué esperan del 14-M, la próxima gran manifestación provida?
–Estos últimos días Duarte Falcó y yo nos estamos dedicando a ir por los principales colegios no sólo de Madrid sino de distintas ciudades que nos están llamando. Creo que va a haber una participación muy importante de jóvenes y que la sociedad va a apoyar la vida porque cada vez está más concienciada gracias a iniciativas como ésta. Estamos logrando que se revierta el aborto hacia una cultura de la vida.
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