Ángel Sánchez: «Vendemos poco lo que hacemos»

–Cuando le comunicaron el premio, ¿qué pensó o sintió?

–Satisfacción, porque este premio es un galardón compartido por los trabajadores, por los que ya no están, por los 6.000 que empezaron con la ONCE en 1938, por los clientes anónimos que depositan su solidaridad. Es un premio de todos, de la sociedad.

–¿Cómo está sorteando la crisis?

–Hemos creado más de 2.500 empleos este año hasta junio.

–¿Qué barreras quedan?

–Todos los días nos enfrentamos a barreras físicas y psicológicas. El 80% de la información que recibimos es a través de la vista. Si la tecnología se hiciera para todos, teniendo en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad, avanzaríamos con más fuerza a esa integración. Hoy el 98% de los ciegos y deficientes visuales comparte aula con el res to de niños. Además, tenemos aulas especiales para casos más severos como los sordociegos.

–Detrás de cada cupón no sólo hay un premio...

–Vendemos poco lo mucho que hacemos. De cada 100 euros que se venden, 50 van a la sociedad en premios, unos 30 van a pagar el salario de los vendedores y no vendedores permitiendo la integración laboral. Además, tres euros se destinan a otros colectivos de discapacitados. El resto, a educación, rehabilitación...

–¿La ONCE se queda con una cantidad cuando consigue un puesto de trabajo fuera de la organización para un afiliado?

–La ONCE no se queda nada. Además, da cursos gratuitos de formación e invertimos tiempo en convencer a los empresarios de que un trabajador con alguna discapacidad está tan capacitado como cualquiera.