Almería

Cae en Almería un clan familiar que vendía y cultivaba droga en viviendas «búnker»

La Policía Nacional ha detenido en Almería a cuatro miembros de una familia de Almería que vendían y cultivaban droga en tres viviendas de esta ciudad. En una de ellas cultivaban 223 plantas de marihuana. Según informó la Policía, el clan familiar arrestado era uno de los principales grupos de distribuidores de estupefaciente al menudeo de la capital almeriense. Los implicados utilizaban tres viviendas tipo 'búnker', con puertas y ventanas especialmente reforzadas para vender heroína, cocaína y marihuana y cultivar marihuana. La investigación se inició el pasado mes de noviembre, a raíz de diversas informaciones que apuntaban a un grupo, todos ellos miembros de un clan familiar y dedicados a la venta de droga. Tras varias gestiones los investigadores constataron que el grupo utilizaba tres viviendas en la barriada del Puche de Almería, desde donde llevaban a cabo la distribución de heroína, cocaína y marihuana. Uno de los domicilios se usaba principalmente como almacén para la droga, mientras que en otro de ellos disponían de una importante plantación de marihuana.

Toxicómanos como vigías

El grupo, que estaba dirigido por una mujer, era considerado uno de los principales proveedores de estupefacientes al menudeo de la ciudad. Los arrestados contaban con numerosos 'aguadores', toxicómanos de la zona a los que, a cambio de realizar labores de vigilancia y captación de clientes por las calles adyacentes, les proporcionaban dosis diarias de droga. Una vez que se obtuvieron las evidencias suficientes de la actividad ilícita que se desarrollaba en el interior de las viviendas, agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad asaltaron de madrugada los inmuebles del clan familiar. Los agentes se encontraron con múltiples dificultades para acceder

a las viviendas, ya que tanto las puertas como las ventanas habían sido reforzadas con rejas y barras de hierro. En el interior de una de las casas hallaron 223 plantas de marihuana con un peso de unos 53 kilogramos. Dicha vivienda estaba perfectamente acondicionada para el óptimo crecimiento de las plantas. La instalación contaba con todos los elementos de ventilación, producción de temperatura, riego y climatización. También han sido intervenidas 20 papelinas de base de cocaína, 9 gramos de heroína, 38 gramos de hachís, algunos comprimidos de metadona, más de 3.500 euros en efectivo, potentes lámparas, fertilizantes, equipos extractores y otros elementos empleados para acelerar el desarrollo de las plantas de cannabis sativa.