A un paso del tren supersónico: 600 kilómetros en media hora

No es un avión. No es un tren de alta velocidad. Es «Hyperloop», el sistema llamado a revolucionar el transporte. O al menos eso asegura su creador, el empresario Elon Musk, uno de los fundadores de Tesla Motors, SpaceX y Paypal. Después de haber creado el primer coche eléctrico para su fabricación en serie y de haber renovado los viajes espaciales con la creación de la nave «Dragon», este emprendedor multimillonario presentó ayer oficialmente en Nueva York este sistema ferroviario. ¿Qué es lo que promete «Hyperloop»? Recorrer una distancia de más de 600 kilómetros en poco más de media hora. La misma que separa a Los Ángeles de San Francisco. La duda ahora es ver si alguien se atreverá a construir el sistema. Y es que, de momento, Musk sólo se va a limitar a hacer pública su idea.

¿En qué consistirá? Tras meses de especulaciones, finalmente el proyecto se publicó ayer en internet en «open source». Las ideas apuntadas no iban desencaminadas. «Hyperloop», explicó Musk, consiste en «un tubo de baja presión con cápsulas que se transportan en ambas velocidades, bajas y altas, a lo largo de toda su longitud». Estas cápsulas, que podrían transportar hasta 28 personas, prácticamente flotarían: se sustentan sobre aire a presión y una elevación aerodinámica, adquiriendo velocidad gracias a un acelerador lineal magnético fijado en varias «estaciones» dentro del tubo. Además, se nutriría de energía solar. Tal como explicó, una serie de paneles colocados en la parte superior del tubo generarían mucha más energía de la necesaria para funcionar. ¿Su velocidad? Superaría ampliamente los 1.100 km/h. El empresario ya lo avisó: sería un cruce entre un Concorde, un cañón de riel y una mesa de hockey. No en vano, se daba por hecho que su velocidad duplicaría a la de un avión convencional.

Para ese trayecto entre Los Ángeles y San Francisco, Musk apunta a que las cápsulas podrían salir cada 30 segundos. De esta forma, calcula, el sistema podría ser utilizado por 7,4 millones de viajeros en un año. ¿Su coste? Por debajo de los 4.500 millones de euros, diez veces menos que lo que costaría el tren de alta velocidad que conectara Los Ángeles y San Francisco –precisamente, esta proyecto, también sobre la mesa, dio pie a la idea de Musk–. Además, la inversión se amortizaría en 20 años, cobrando a cada viajero 15 euros por el trayecto.

Si el proyecto fue publicado ayer en «código abierto» se debe sobre todo a que Musk, por el momento, se limita a lanzar la idea y esperar a que otro recoja la iniciativa y «encuentre la manera de mejorarlo». El empresario surafricano ya adelantó que «no tiene ningún plan para llevarlo a cabo», pues considera que su trabajo en Tesla y SpaceX ya le absorbe tiempo más que suficiente. «Creo que me pegué un tiró a mí mismo sólo con mencionarlo», afirmó Musk, después de comprobar toda la expectación despertada.

Por todo ello, y si bien no descarta ayudar en el futuro, Musk espera que la comunidad internacional de ingenieros e inventores se vuelque en su idea y aporte su granito de arena para hacer de «Hyperloop» algo real.