Estados Unidos
Descubren nuevas moléculas que hacen estallar a los parásitos de la malaria
Investigadores de la Drexel University en Philadelphia (Estados Unidos) han demostrado la eficacia en ratones de unas nuevas moléculas contra la malaria llamadas pyrazoleamides, capaces de llevar a los parásitos que causan la enfermedad a una ingesta excesiva de agua que les hace estallar.
En el trabajo, que publica en su último número la revista ‘Nature Communications’, han participado también investigadores de la filial española de la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK), y la clave está en conseguir alterar la capacidad del protozoo parásito ‘Plasmodium falciparum’, para mantener los niveles adecuados de sodio dentro de sus células.
Los ensayos preclínicos de eficacia se han llevado a cabo precisamente en la planta que la farmacéutica tiene en Tres Cantos (Madrid), ha explicado a la plataforma ‘Sinc’ Javier Gamo, director de la unidad de malaria del Centro de Investigación de Enfermedades de Países en Desarrollo, y los resultados genéticos y bioquímicos apuntan a una proteína de membrana denominada PfATP4 como la diana de estos compuestos.
«Esta molécula alteraría la funcionalidad normal del proceso celular donde interviene esta enzima, lo que provocaría la muerte por estallido del parásito», ha explicado este experto.
El equipo de Gamo utilizó ratones injertados con glóbulos rojos humanos e infectados con una línea adaptada del plasmodio como modelo para evaluar la eficacia in vivo de las moléculas.
El estudio destaca que estos nuevos compuestos han mostrado ser «potentes» inhibidores de crecimiento de ‘Plasmodium’ en ratones que provoca una rápida labor de limpieza de parásitos cuando se administra una dosis oral, una vez al día.
Además, tras una exposición constante a estas moléculas para inducir resistencia, los parásitos totalmente resistentes aparecen a una frecuencia muy baja, lo que hace que los ensayos en humanos con los pyrazoleamides puedan empezar dentro de un año.
En la infección, el parásito induce cambios en la membrana de la célula huésped para poder absorber más nutrientes, lo que desencadena un aumento en la concentración de sodio dentro de los glóbulos rojos. Sin embargo, el parásito mantiene sus propios niveles bajos de sodio con la ayuda de una proteína (PfATP4), que bombea el sodio del parásito.
En la actualidad, una nueva clase de compuestos antimaláricos llamados spiroindolones, que afectan a este proceso, están ya siendo probados en ensayos clínicos. Pero, según señala el estudio, la búsqueda de nuevas moléculas como las pyrazoleamides es esencial para afrontar la resistencia a los fármacos desarrollada por el parásito.
Los autores señalan no obstante que se precisan más investigaciones para a identificar con precisión el blanco molecular de los compuestos y determinar si se pueden convertir en fármacos eficaces contra esta enfermedad.
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