Lenguaje
El lenguaje de San Valentín
Miden científicamente los gestos que revelan que estamos flirteando. El modo de disculparse, cómo se cruzan las piernas, tocarse las manos... son diferentes según la personalidad de cada cual
Miden científicamente los gestos que revelan que estamos flirteando. El modo de disculparse, cómo se cruzan las piernas, tocarse las manos... son diferentes según la personalidad de cada cual
Todos tenemos nuestras propias tácticas de seducción. Quizás tengamos oportunidad de ponerlas en juego esta noche de San Valentín. Y lo más probable es que creamos que son únicas e imperceptibles. Sin embarago, si al otro lado del hilo hay alguna persona que haya leído el último número del «Journal of Nonverbal Behavior», seguro que detecta enseguida que estamos flirteando. Los científicos han sabido desde hace tiempo que la atracción física por una persona modifica las señales verbales y no verbales que emitimos durante una comunicación. Pero ahora se ha descubierto por primera vez que el estilo de seducción es diferente según la personalidad de cada cual y que eso puede descubrirse observando algunos parámetros universales. «El modo en que ligamos dice mucho de nuestra personalidad», asegura el autor del estudio, Jeffrey Hall, de la Universidad de Kansas.
En su investigación, Hall ha observado el comportamiento de 51 parejas de heterosexuales desconocidas a las que previamente se les había hecho un test psicológico para averiguar cuál es su estilo a la hora de flirtear. En citado psicólogo ha catalogado el flirteo en cinco categorías: físico, tradicional, franco, cortés y jocoso.
El experimento consistió en hacer a las parejas de desconocidos que interactuasen entre sí durante 12 minutos mientras se les grababa en vídeo. Se sentaban cómodamente en sillones azules con una mesa de café al lado. En la mesa había sobres con textos que tenían que leer: preguntas que les servían para conocer mejor al otro del tipo «¿De qué logro en tu vida estás más orgulloso?». La intención del experimento era provocar una conversación entre ellos. Después de la conversación, los participantes graduaron el nivel de atracción que habían sentido hacia sus interlocutores. El equipo de investigación detectó hasta 36 comportamientos verbales que solo se producen cuando uno está flirteando. Son acciones relacionadas con el modo en que nos disculpamos, hacemos preguntas o revelamos información sobre nosotros. Y otros tantos gestos no verbales propios del cortejo tales como el modo de cruzar las piernas, tocarse las manos, apoyarse sobre la cabeza o jugar con objetos de la mesa.
Los expertos consideran que el flirteo es un componente más de la personalidad humana y que nuestros gestos son pistas claras sobre lo que sentimos hacia la gente que nos rodea. Y eso es algo difícil de ocultar. Cuando estamos hablando con alguien que nos atrae, emitimos señales verbales y no verbales que nos delatan.
Pero lo más clarificador de este estudio es que esas señales difieren según nuestra personalidad. Las mujeres sinceras suelen reír y sonreír más durante el galanteo. Los hombres más tradicionales adoptan una postura corporal más abierta y expansiva mientras que las mujeres de ese estilo suelen jugar más con las manos.
La personalidad cortés es la que más oculta sus gestos. Los individuos con ese carácter se apoyan hacia atrás, dejan más espacio de distancia con su interlocutor lo que, en ocasiones, confunde al otro y le hace creer que le están rechazando.
Según el equipo de Hall, en general los seres humanos somos muy torpes detectando si atraemos a otra persona. Entre otras cosas, porque no identificamos bien este tipo de signos. El trabajo ahora presentado quizás ayude a mejorar el grado de interacción entre futuras parejas... Feliz San Valentín.
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