Investigación científica

La ternura en los bebés es un mecanismo de protección

Consiguen atraer toda la atención de sus padres para que se dediquen exclusivamente a ellos.

Es un mecanismo de protección potente que asegura la supervivencia de los recién nacidos de modo dependiente.
Es un mecanismo de protección potente que asegura la supervivencia de los recién nacidos de modo dependiente.larazon

Es una de las «fuerzas más poderosas y básicas del comportamiento», según un estudio de la universidad de Oxford.

La ternura en los bebés es un factor clave para su supervivencia, ya que estos consiguen atraer toda la atención de sus padres para que se dediquen exclusivamente a ellos, lo que provoca que sea una de las "fuerzas más poderosas y básicas del comportamiento", según un estudio de la universidad de Oxford.

El análisis que afecta tanto a mujeres como a hombres, e incluso a los que no tienen hijos, ha sido dirigido por los profesores del departamento de Psiquiatría de la Universidad, Morten Kringelbach, Eloise Stark, Catherine Alexander, Marc Bornstein y Alan Stein.

Los resultados reflejaron que la ternura es compatible con las capacidades parentales mediante la ignición rápida de la actividad neuronal seguido de un procesamiento más lento en las redes cerebrales. También participan en el proceso la empatía e incluso el orden de las emociones morales.

Los datos muestran que las definiciones de esta cualidad no deben limitarse a las características visuales, sino que también están presente los sonidos infantiles y los olores. Desde un punto de vista evolutivo, es un mecanismo de protección potente que asegura la supervivencia de los recién nacidos de modo dependiente.

"Esta es la primera evidencia de este tipo para demostrar que la ternura ayuda a los bebés a sobrevivir mediante la obtención de la prestación de cuidados, que no puede ser reducido a simples comportamientos instintivos. Bien, el cuidado implica una compleja coreografía de comportamientos prosociales lentos, cuidadosos, deliberados, y de larga duración, que abren sistemas de placer del cerebro fundamentales que también se produce al comer alimentos o escuchar música, y siempre implican experiencias agradables", ha explicado el profesor Kringelbach.

"Esto podría ser una respuesta fundamental en todo el mundo, independientemente de la situación de los padres o de género, y en este momento estamos realizando el primer estudio a largo plazo de lo que ocurre con las respuestas del cerebro cuando nos convertimos en padres", ha concluido Kringelbach.