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Los europeos conservan un 2,5% del ADN de los neandertales

Reconstrucción de la imagen de un niño neandertal
Reconstrucción de la imagen de un niño neandertallarazon

Los europeos conservan de media un 2,5 por ciento del ADN de los neandertales, según ha manifestado el doctor e investigador del Instituto de Biología Evolutiva de la Universidad de Pompeu Fabra de Barcelona, Carles Lalueza-Fox, en un curso de verano de la Universidad de Málaga.

Este estudioso del ADN antiguo, que desarrolló investigaciones en la cueva asturiana de Sidrón, un espacio clave dentro de los estudios internacionales que en 2010 desvelaron el primer borrador genómico del Homo neanderthalensis, ha intervenido en el curso titulado "De bestias horribles a entrañables primos hermanos: neandertales y sapiens".

Los neandertales son una especie ya extinguida del mismo género que el hombre actual (Homo sapiens), que aparecieron hace unos 250.000 años en Europa y Asia y desaparecieron aproximadamente hace 30.000 años.

El investigador en biología evolutiva ha explicado que ahora el reto es conseguir el genoma de varios individuos neandertales de este yacimiento de Asturias para conocer su diversidad, aunque también está centrado en "recuperar genomas prehistóricos de toda la Península Ibérica".

La obtención del genoma permitiría "conocer mucho mejor su diversidad", saber con precisión qué cambios genéticos tuvieron lugar en el linaje de los neandertales y disponer de un punto de vista evolutivo.

Ha aludido al progreso técnico en la genética molecular y a que, a partir de 2006, aparecen las técnicas de secuenciación masiva que han permitido recuperar parte del genoma neandertal, otras especies del género Homo, y animales que compartieron su mismo hábitat.

El ADN más antiguo es el recientemente obtenido a partir de un caballo prehistórico de 700.000 años, en Alaska y, según este experto, el reto actual es "conseguir el genoma de especies europeas en condiciones de conservación adversas. Saber -explica- hasta dónde podemos llegar".

El genoma conocido ha permitido abrir un nuevo debate sobre si las poblaciones modernas se parecen o no a estos antepasados y si existe una relación genética directa.