Investigación científica
Medusas, los animales más antiguos del planeta
Gen por gen, un equipo de científicos ha encontrado que los ctenóforos contienen más genes primitivos que las esponjas
Después de leer esta noticia no sería muy aventurado pensar que la próxima vez que vea una medusa la mirará con otros ojos. No es que pretenda que se lance a besarla al grito de «¡mamá!», cosa que, además de una estupidez, podría en claro riesgo su integridad física. Pero al menos recordará que un día como el de ayer, las medusas se convirtieron en la madre de todas las madres, en concreto en la madre de todas las especies animales conocidas. Un equipo de biólogos de la Universidad de Wisconsin-Madison ha propuesto una nueva técnica para conocer cuáles fueron los primeros animales sobre la faz de la Tierra. Y el ganador ha resultado ser, la medusa. Más correctamente, el filo de los ctenóforos, un tipo de animal muy similar a las medusas que durante mucho tiempo llegó a estar catalogado con ellas en la familia de los celentéreos. Son organismos gelatinosos y pegajosos que viven en el mar, desde la superficie hasta los 3.000 metros de profundidad, y que tienen formas muy diferentes. Algunos presentan bolsas transparentes y filamentos y otros parecen gusanos aplastados.
Con esta propuesta los científicos pretenden saldar una controversia científica que trae de cabeza a los expertos desde hace décadas: ¿Cuál es la rama más antigua del reino animal que, por lo tanto, antecede a todas las demás? Hasta ahora, se pensaba que los mejores candidatos a ocupar ese puesto de honor eran las esponjas. Hoy puede que tengamos que cambiar de idea.
Durante décadas, los biólogos han tratado de clasificar el reino de los animales en función de la complejidad de sus organismos. Se supone que los animales más complejos están más evolucionados y son más modernos. La presencia de estructuras anatómicas, aparatos, sentidos, capacidades motrices, actividad cerebral, socialización, etc... son pistas que permiten ver qué grado de complejidad comparten unos con otros y cuán separados están en la escala evolutiva. Dada su simplicidad biológica, las esponjas eran consideradas los animales más antiguos de la Tierra.
Pero la genética ha permitido afinar el modelo. En el año 2008, un estudio demostró que los genes de los ctenóforos pueden ser más arcaicos que los de las esponjas. Los biólogos actuales suelen trabajar comparando genes. Estudian el ADN de miles de especies, buscan información codificada idéntica en determinadas regiones moleculares y sacan sus conclusiones. Hasta un 95% de las especies animales puede ser clasificada en una u otra familia y, por lo tanto, en una posición en el árbol evolutivo, mediante esta técnica. Pero hay un 5% de casos que se resiste a este sistema. Y surge la controversia.
Los investigadores de Wisconsin han elegido 18 casos en los que no está claro si un organismo es anterior o posterior a otro. Se trata de animales, plantas y hongos cuya dotación genética es muy similar entre sí. Después han buceado en la dotación de genes de las especies «madre» de todos esos organismos controvertidos. Y han buscado entre ellas relaciones. Por ejemplo, si un animal A expresa un gen determinado, lo han buscado también en su contrincante B o incluso en otras especies relacionadas.
Gen por gen, han encontrado que los ctenóforos, esos animales cercanos a las medusas, contienen más genes primitivos (que fueron los primeros en divergir) que las esponjas. En otras palabras, esta suerte de medusas son más antiguas, están más relacionadas con los microorganismos que habitaron el océano y antecedieron a los animales complejos,
Siguiendo este sistema también han podido demostrar que los cocodrilos y las tortugas están directamente relacionados y que las aves son un primo cercano de ambos.
Este estudio confirma algunos descubrimientos de hace 10 años que proponían que las medusas eran mucho más antiguas de lo que se había pensado. De hecho se hallaron medusas de hace más de 500 millones de años, cuando la fecha de aparición de estos animales se estimaba en hace 300 millones de años a lo sumo.
Sea como fuere, todo parece indicar que todos los animales que hoy deambulamos por el planeta surgimos de una matriz que anduvo en el mar hace millones de años y que, ahora, parece que tenía más aspecto gelatinoso que esponjoso.
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