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Volver a caminar en sólo seis días

Un equipo europeo ha conseguido que un mono recuperara la función locomotora de su pierna tras sufrir una lesión medular gracias a unos implantes sin cables que reactivan las señales cerebrales perdidas.

Los investigadores probaron esta nueva tecnología en dos monos rhesus que padecían parálisis en una pierna
Los investigadores probaron esta nueva tecnología en dos monos rhesus que padecían parálisis en una piernalarazon

Un equipo europeo ha conseguido que un mono recuperara la función locomotora de su pierna tras sufrir una lesión medular gracias a unos implantes sin cables que reactivan las señales cerebrales perdidas.

Cada año, entre 250.000 y medio millón de personas sufren alguna lesión medular. En España, se calcula que son unos 800 nuevos casos, la mayoría de ellos por accidentes de tráfico. Desde hace una década diferentes grupos de investigación trabajan en uno de los enfoques más prometedores: la estimulación de la médula espinal que permite reactivar los circuitos neuronales que, en condiciones normales, controlan los músculos de las piernas, que determinan cuándo y cuánto se activa cada músculo y que, por lo tanto, son responsables de su locomoción.

Este año, el equipo del neurocientífico Grégoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), y en colaboración con investigadores de diferentes países del mundo han dado un paso más. Han conseguido devolverle la movilidad de una pierna a un mono con una lesión en su médula espinal gracias a la estimulación «wireless», es decir sin cables de por medio. «Esta es la primera vez que un aparato neurotecnológico permite recuperar la movilidad perdida en primates, aunque aún existen muchos desafíos por lo que tardaremos algunos años en verlos en humanos», añade. Sin embargo, en su laboratorio de Suiza ya han recibido el visto bueno para que se implanten los primeros aparatos en personas.

La tecnología es una de las claves de este avance en el que ha colaborado la empresa Medtronic, que ha sido capaz de crear tanto un software como un hardware totalmente implantables, libre de cables y adaptado para conseguir el nivel de precisión necesario para estas aplicaciones. «Listo para ser empleado en humanos», afirma Eduardo Martín Moraud, el único español que participa en el proyecto. «Hace unos años ya habíamos presentado datos prometedores en ratas, pero teníamos que demostrar que también funcionaba en primates, antes de pasar a probarlo en humanos. Ya hemos demostrado que la estimulación, combinada con rehabilitación permite recobrar la locomoción y además se puede controlar en tiempo real y optimizar para cada sujeto, en función de sus necesidades y de sus déficits. Con ello podemos conseguir personalizar cada tratamiento y mejorar resultados de rehabilitación». Otro de los aspectos más llamativos y esperanzadores de esta técnica es que tras la lesión «se les da un poco de tiempo de recuperación y, a los seis días, se testea la estimulación y se percibe cómo va, poco a poco, recuperando la movilidad. A las tres semanas podía mover la pierna muy bien», asevera el neurocientífico español.

El aparato ha dado tan buenos resultados que «abre la puerta a la posibilidad de controlar voluntariamente la actividad motriz que para la locomoción es fundamental», añade Martín Moraud. Eso sí, es precavido, «los resultados por el momento son muy prometedores, pero no debemos crear excesivas expectativas a los pacientes porque aún queda mucho por desarrollar».

El referente para conseguir llegar a este nuevo avance que se publica en «Nature» parte del trabajo que Reggie Edgerton realizó en su laboratorio de UCLA (Universidad de California Los Ángeles) en 2011 por el que consiguió aplicar estimulación en pacientes que llevaban varios años en silla de ruedas y mostró que conseguían recobrar cierto nivel de control de sus piernas. Pero estos resultados se quedaron en prometedores porque como la estimulación era extremadamente sencilla y la tecnología existente en el momento era la misma que se utiliza para tratar dolores crónicos, no se intentó recobrar la locomoción, sobre todo porque las pruebas se realizaron en personas sentadas o tumbadas.

Antonio Oliviero, director del grupo de investigación sobre Exploración Funcional y Neuromodulación del Sistema Nervioso (Fennsi) del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, conoce perfectamente la trayectoria del equipo de Courtine. «Este nuevo estudio es muy bueno. Han dado un paso importante para comprobar que si estimulas la médula, facilitas la función motora y, por lo tanto, el caminar», explica. Este tipo de abordaje es uno de los más prometedores del momento porque se puede plantear como «una estrategia de rehabilitación o de sustitución del movimiento fisiológico. En el caso de este grupo creo que su intención es la segunda, busca reemplazar la conexión», sostiene.

Hoy, al margen de la estimulación, las otras dos líneas de trabajo están relacionadas con el trasplante de células madre u otra vía de investigación con exoesqueletos. Oliviera insiste en que «todas estas nuevas vías no se podrían haber iniciado si las condiciones de vida que tienen hoy los lesionados medulares no fueran óptimas. Hemos conseguido crear el entorno adecuado para que los pacientes puedan llevar una vida normal, sin infecciones de orina o problemas de higiene». ¿Y el futuro? «La mejora de los aparatos de soporte son claves y, por supuesto, las técnicas para recuperar la médula espinal dañada».