Espacio
Rivalidad por la conquista del Cosmos
La NASA y la ESA sorprenden con nuevas misiones a la búsqueda del origen del universo, planetas habitables o las primeras imágenes completas del cielo
La NASA y la ESA sorprenden con nuevas misiones a la búsqueda del origen del universo, planetas habitables o las primeras imágenes completas del cielo
El espacio se ha convertido en el mejor escaparate para mostrar el poder económico y tecnológico de un país. En un momento de crisis financiera y social como el actual es importante ilusionar a los ciudadanos, y las misiones espaciales lo consiguen. Así, cada año, las agencias más importantes del mundo sorprenden con nuevos lanzamientos. Buscan la espectacularidad unida al desarrollo científico. Para este año, de acuerdo con los programas que han elaborado tanto europeos (ESA) como estadounidenses (NASA), el principal objetivo es seguir escudriñando acerca del origen del universo, ya que a pesar de los múltiples avances que se han realizado, sólo conocemos el 1 por ciento de lo que nos rodea y que, aunque hay contradicciones entre algunos científicos, no cesa de expandirse.
Uno de los proyectos que busca saciar la curiosidad acerca del mundo que nos rodea es la misión Gaia de la ESA. Este gran observador espacial censará alrededor de mil millones de estrellas de nuestra Vía Láctea «para conocer con más profundidad el origen del cosmos. Es una misión científica muy importante y que complementa las observaciones de otros telescopios como el Hubble o el futuro James Webb, explica Javier Ventura-Traveset, portavoz de la agencia europea en España. El próximo mes, la empresa francesa Astrium entregará a la agencia europea el instrumento y en la segunda mitad de 2013 se lanzará a bordo de una nave Soyuz desde la Guayana francesa. La ciencia es uno de los puntos fuertes de la competición espacial. Todas las agencias buscan descubrir el planeta habitable más parecido a la Tierra o una galaxia similar a la nuestra. Así, entre los proyectos que se presentan este año y que indagan sobre nuestro universo, el observatorio espacial Planck –se lanzó en 2009– estudia una de las reliquias del Big Bang: la radiación cósmica de fondo, que aportará las primeras imágenes del cielo completo. «Gracias a estas mediciones se puede fijar un punto de partida de las teorías que describen el nacimiento y la evolución del Universo», explican desde la agencia europea. Como indica Javier Casado, ingeniero aeronáutico y divulgador espacial, en referencia al funcionamiento de los proyectos europeos: «La ESA es bastante autónoma. Realiza propuestas y los gobiernos las aprueban o no en función de sus intereses. Por lo tanto, su interés tecnológico y científico es primordial». Rosetta, otra de las misiones científicas más importantes de la agencia despertará de su «hibernación» en 2014, pero en noviembre la agencia europea ya avanzará sus primeros pasos. Su misión: cazar cometas y analizarlos mientras se aproximan al sol. Sus datos serán muy reveladores acerca del origen de la materia y su repercusión ante un posible choque con el planeta azul.
Una de las pocas excepciones a la actividad científica de la ESA es la creación del sistema de satélites Galileo que busca conformar una constelación por la que se consiga un «GPS europeo». «Este programa no es puramente de la agencia, sino que ha sido la Unión Europea la que le ha asignado esta tarea. Es su gestor», comenta Casado. A mediados de este año la base europea en Suramérica también protagonizará el lanzamiento de dos vehículos Soyuz que enviarán cuatro satélites de este programa clave para la industria tecnológica europea, ya que gracias a los «encargos» europeos se está desarrollando rápidamente el sector.
A pesar de los esfuerzos del Antiguo Continente es difícil que sus misiones y proyectos copen tantas páginas de información como las misiones de la NASA. Desde que ésta decidiera pelear con la URSS por la hegemonía del cosmos, sus misiones no han dejado de ganar en espectacularidad. «Eso es lo que buscan con cada una de sus acciones. Al margen del interés científico que tiene cada una de ellas, la política espacial americana ha buscado casi siempre acciones grandiosas frente al contenido puramente científico», sugiere el ingeniero. Lo cierto es que para este año tienen organizado un gran despliegue que busca abarcar todos los campos, a pesar de la reducción de presupuesto que la agencia ha sufrido en los últimos años.
Uno de los principales anhelos norteamericanos desde que en julio de 2011 se pusiera punto y final a la era de los transbordadores –tras 30 años en activo– es la construcción de una nueva flota para no tener que depender de los vehículos rusos con los que, hasta ahora, sus astronautas viajan a la Estación Espacial Internacional (EEI). Así, para este 2013 veremos el despegue de varias naves de capital privado. «Las empresas Orbital, con su lanzador « Antares, y SpaceX», enviaran dos vehículos a la EEI para enviar suministros y mantener activos los diversos experimentos científicos que tenemos en la estación», explica a LA RAZÓN, Josh Byerly, portavoz de la NASA en el Centro Johnson de Texas, desde el que se coordinan las misiones tripuladas. Sin embargo, la intención norteamericana es contar con su propia flota, sin depender de proyectos privados por lo que «en 2017 esperamos estar listos y mandar nuestros astronautas sin intermediarios», añade desde el Centro Kennedy, en Florida. Al margen del desarrollo de transbordadores para enviar a hombres más allá de nuestra atmósfera, como afirmábamos antes, la búsqueda de la espectacularidad es un aliciente para los estadounidenses y este año no va a ser menos.
Entre sus planes se encuentra la exploración de la atmósfera lunar para desentrañar «cómo afecta al ambiente lunar el polvo que rodea su superficie», como describe la NASA. La misión Ladee saldrá a mediados de este año y ayudará a comprender la composición de otros astros similares. Pero, sin duda, lo más esperado de este año serán los datos que recopile el Curiosity, el robot que aterrizó en agosto del año pasado y que no deja de aportar información sobre el planeta rojo. «No hay duda de que Marte tiene un gran interés científico, pero la importancia propagandística de esta misión también es muy relevante», sugiere Casado.
A este todoterreno que cuenta con tecnología española, le complementará la misión Maven. Una misión que despegará a finales de 2013 y que busca explicar el papel que ha jugado la pérdida de gas en la atmósfera marciana en el clima del planeta. «¿Tuvo alguna vez una atmósfera similar a la Tierra o acaso agua?», se pregunta esta misión.
En definitiva, este 2013, nuestro cosmos volverá a enviarnos imágenes impactantes y, quién sabe si nos descubren vida o el origen de todo.
Academia de astronautas
Hace apenas unos meses, una conocida marca de desodorantes lanzó una campaña en la que anunciaba la creación de un centro de formación para astronautas: la Academia AXE para Astronautas, en Florida. Su propuesta está ligada al despegue del turismo espacial que se espera para el próximo año, pero que realizará sus primeros vuelos de prueba a finales de 2013. Es una forma de aproximar un viaje inasequible a la gente de a pie, ya que 22 personas de 60 países podrán optar a un billete que cuesta unos 100.000 dólares. La compañía holandesa Space Expedition Corporation (SXC) será la responsable de instruir a los futuros turistas espaciales.
Su principal rival, Virgin Galactic, también se prepara para despegar en los próximos dos años.
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